El día Que Dios Quiso Ser Hombre

Un día, uno de esos monótonos y tediosos días en la vida de Dios, monótonos, tediosos y repetitivos ya que El nunca experimento ninguna perdida pues es todo poderoso, el nunca experimentó el placer de aprender pues es omnisapiente, nunca supo lo que era el deseo pues es Santo, nunca gano nada pues es “dueño de todo”, nunca entendió el placer de superar un obstáculo pues la vida de Dios es de una sencillez que raya con el paroxismo y el autismo. –En uno de esos terribles días de su existencia pensó en ser hombre— al mismo tiempo, abajo en el planeta tierra, en la tétrica y dificultosa vida de un hombre cualquiera, dificultosa porque lamentaba y sufría por la perdida de sus seres queridos, porque le era una tortura aprender cosas nuevas, porque sus deseos lo consumían y la sed de poder lo atormentaba, porque al parecer lo había perdido todo por una mala jugada de la vida y ya no “era dueño de nada”, porque siempre se sintió derrotado por la frustración de no poder superar los obstáculos que la vida le ponía—uno de esos terribles días ese hombre deseo ser Dios--¡que suerte la de este hombre!, ese mismo día, Dios, en medio de su aburridora y atrevida omnisapiencia escucho los deseos de este hombre y decidió intercambiar papeles con el.

Ese fue el día en que Dios tuvo pene, este fue el día en que Dios pudo verse a si mismo, comprender y disfrutar la limitación humana, ese día Dios de manera psicótica disfrutó el sentirse tentado, ese día, se vio embriagado por el deseo y disoluto ante el sufrimiento de saber lo que es perder a alguien, ese día, Dios peco, y lo hizo con gusto, ese día entendió la mierda de ser humano que salió de sus manos, ese día Lloró desconsolado, ese día, sintió el onírico y masoquista placer de sentir las lagrimas caer por sus mejillas, ese día Dios se sintió como hombre y entendió que la existencia humana no es mas que un sinsentido contradictorio y vacio.

Ese mismo día, ese desdichado hombre, tuvo todo bajo sus pies, ese día, no tuvo necesidad de hacerse preguntas, pues lo sabia todo, no sintió tristeza, pues era Dios, ese hombre magnificado experimento una rara sensación que consistía paradójicamente en no sentir nada. En ese momento se vio ante el mundo y vio como los hombres se devoran a si mismos y pretenden rendirle culto, ja¡ que cosa mas maravillosa, ese día, se sintió adorado, ese día vio aun hombre desesperado pidiendo ayuda por tantas injusticias y dificultades que habían en la tierra y quiso ayudarlo, pero en ese momento pensó en las miles de plegarias dirigidas por él cuando estaba en la tierra, ese día pensó en lo solo e ignorado que se sintió al no encontrar una respuesta por parte de ese al que el llamaba Dios, y fue ahí donde el deseo de poder que aunque no tenia sentido pues era todopoderoso, renació en su mente, y ese poder total que poseía, lo embriago y se perdió en la sensación de poder hacerlo todo, y así fue, terremotos, inundaciones, guerras, muertes, violaciones y las mas execrables abominaciones se vieron en la tierra y en el cielo gracias a la divina

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