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El оrigen de las Religiones


Enviado por   •  28 de Octubre de 2014  •  Trabajo  •  2.539 Palabras (11 Páginas)  •  221 Visitas

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El Origen de las Religiones

Enviado por Felix Larocca

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1. La teoría darviniana de la religión

2. Monoteísmo original

3. El monoteísmo y la evolución misionaria

4. En resumen

5. Bibliografía

"Si Dios no existiera, sería necesario inventarlo". Voltaire

"Porque es que Dios, está: bien, gracias gracias a Dios". FEFL en Si Dios ha muerto: ¿Por qué razón la Ciencia Nihilista Sobrevive?

¿Cuál es el origen de la religión en el ser humano? ¿Por qué cada cultura adora a algún ser divino? Los filósofos antes que ellos, y ahora, los antropólogos, psicoanalistas, neurocientíficos e historiadores han estudiado esta cuestión y, actualmente, proponen varias teorías fundamentales. Las tres mejores conocidas son: la teoría subjetiva, la teoría evolucionista y la teoría del monoteísmo original.

Jardín del amor por Rubens

La teoría subjetiva mantiene que la religión se origina con el hombre en su propia esencia. Los humanos tienen una necesidad psicológica de creer en un ser trascendente que brinde significado y esperanza a su existencia en este vasto e impersonal universo. Quienes adhieren a este punto de vista creen que este carácter religioso existe fuera de los límites del alcance de nuestro conocimiento directo y lo atribuyen a una intuición que, como módulo nato, forma parte de nuestro desarrollo, como sucede con la adquisición del lenguaje o del pensamiento abstracto. Diferentes culturas tienen visiones distintas de la divinidad de acuerdo a su experiencia, pero la conciencia y el imperativo de alabar un ser divino parece ser un fenómeno universal. Por lo tanto, concluyen los proponentes de esta teoría, que esta tendencia yace en el inconsciente colectivo, como Jung lo propusiera. En otras palabras, nuestras creencias acerca de un ser trascendente no son el resultado de realidades o interacciones externas con dicho ser. Más bien, estas creencias derivan de las actividades de nuestros cerebros.

Estos sentimientos se expresan concretamente mediante símbolos y rituales, y no a través de un conjunto de sistemas de creencia definidos. A medida que progresa una cultura, estos símbolos y actitudes evolucionan, transformándose en un conjunto de creencias y prácticas establecidas y especificadas. Esta nueva fase caracteriza lo que conocemos como religión organizada.

Hubo varios proponentes importantes que promovieron esta teoría. Aunque nadie lograría establecerla como hipótesis dominante. Por su parte, Sigmund Freud creía que Dios, como concepto, derivaba de la necesidad humana de poseer y de depender de una imagen paterna todopoderosa. La imagen paterna idealizada que se convierte en nuestra imagen de Dios.

La teoría subjetiva podrá enseñarnos acerca de la naturaleza humana, pero no explica adecuadamente el origen de la religión, o de dónde viene este deseo universal e inmanente de conocer y entender a Dios. Aunque este sentimiento sea soportado por la universalidad de la experiencia religiosa que, aunque a tantos afecta, nadie ha podido demostrar y comprobar sus orígenes.

Isla de Pascua

La Biblia brinda respuestas a las preguntas que la teoría subjetiva no puede contestar. Génesis 1 dice que somos creados a la imagen de Dios. Por lo tanto, fuimos creados a la imagen de Dios con la intención de que tuviésemos una relación con Él. Romanos 1:20 dice que todos los hombres tienen grabado en su corazón un conocimiento de Dios. El capítulo 2 dice que nuestra conciencia testifica que existe un dador de la ley moral. El deseo de Dios, entonces representa, una parte básica de la naturaleza humana.

La teoría darviniana de la religión

La segunda teoría con relación al origen de la religión es la del enfoque evolucionista. Este es el punto de vista más popular que se enseña o se da a entender en el estudio de la religión. Los proponentes de esta teoría creen, como en la teoría subjetiva, que la religión se origina con el hombre mismo. La religión es el resultado de un proceso evolucionista en la cultura humana. Pero un proceso cuya ventaja para adaptarnos y de ayudar en la supervivencia de nuestra especie, aun permanece en espera de explicación.

En el período más primitivo de una tribu, la forma esencial y rudimentaria de la religión comienza por una sensación innata de que existe una fuerza espiritual. Esta fuerza es impersonal y atenta a explicar aquello que nos afecta y que no logramos comprender. Unos la llaman mana, que deriva del nombre que le dieron los habitantes de la Melanesia. El mana puede estar concentrado con más intensidad en algunas áreas u objetos que en otros. Un árbol espléndido, una roca especial o cierto animal pueden contener una mayor concentración de mana. Concentración que, en el lenguaje del psicoanálisis, procede de, y está cargada por nuestras energías mentales o catexis.

El objetivo de la religión sería manipular esta fuerza de forma que los seguidores puedan obtener el resultado, de protección divina, deseado. Los objetos como íconos crudos o muñecos, llamados ídolos, pueden contener esta fuerza y ser usados, como ungidos por los dioses y, como ellos mismos, adorados.

Adán y Eva en el jardín del Edén por Wenzel Peter (17451829)

La etapa que sigue es el animismo. En esta etapa, la fuerza divina es visualizada en forma de espíritus íntimos y personales. El animismo enseña que hay un espíritu o fuerza mística detrás de cada evento. Y que muchos objetos del mundo físico poseen ese poder espiritual.

De acuerdo, existen dos categorías de espíritus: espíritus de la Naturaleza y espíritus Atávicos. Los espíritus de la Naturaleza tienen forma humana, aunque sean invisibles, y habitan en objetos naturales como plantas, rocas o lagos. Los espíritus Atávicos son las energías vivientes de los antepasados. Ambas categorías de fuerzas están limitadas en expresión, poder y presencia.

Lo crucial consiste en que siempre se debe mantener una relación favorable con los espíritus para no incurrir en su ira.

La etapa siguiente es la del politeísmo. Culturas progresan de la creencia en espíritus finitos a la adoración de dioses. Del politeísmo, una cultura evoluciona hacia el henoteísmo, que es la creencia en muchos dioses pero con la adoración dirigida a sólo uno de entre ellos. La etapa final siendo la del monoteísmo, o la de adoración de un sólo Dios. Muchos mantienen que, con la elevación a la santidad de tantas personas, como hace laIglesia Católica. Que ésta es una religión con henoteísmo disimulado.

Esta teoría que nos transporta del politeísmo al henoteísmo, posee varios

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