Esde la evolución del hombre como especie dominante, hemos tenido la sensación de ser vigilados constantemente por una omnipresencia que nos guía a tomar decisiones

Dios

        Desde la evolución del hombre como especie dominante, hemos tenido la sensación de ser vigilados constantemente por una omnipresencia que nos guía a tomar decisiones, nos reta, plantea habilidades y juzga la forma en la que actuamos con nosotros mismos y con nuestros semejantes. Algunos especialistas, le llaman libre albedrio, conciencia, otros simplemente Dios.

        Muchas son las historias, relatos, cuentos, mitos y leyendas que han sido transmitidos de generación en generación, para tratar de entender a este ser sobrenatural al que mundialmente se le rinde culto y que ha ido cambiado de forma, tamaño y aspecto conforme avanzan las civilizaciones. Dios es una palabra de resguardo, que desde su origen ha hecho que nuestra relación con él sea del estilo amor-odio, puesto que a veces en el afán de entenderlo, lo sacamos de quicio y desata desastres, plagas, enfermedades, accidentes, incluso guerras presuntamente como castigo para aquellos que deciden no cree o darle la debida importancia a su Excélsior.  

        Y es que como se venia acotando todo indica que estas “mañas” de Dios tienen sus antecedentes bien marcados en la antigüedad, ya que nuestro planeta aparentemente ha afrontado cinco extinciones masivas, en donde solo el 2% de los seres vivos que poblaban respectivamente dichos periodos se salvaron de la muerte. Es aquí donde inicia un debate entre teólogos, deístas y panteístas de la actualidad, a causa de que se juega con la realidad de su existencia legendaria, o que simplemente se convierta en un mítico personaje de fantasía.

        A causa de estas historias, el hombre moderno ha desarrollado un temor a Dios… o bueno solo un 99,99% de ellos; pues el otro 0,01% de hombres restantes ha sido más astuto. Afirmando que conversan con él, aumentando las historias abriendo un campo infinito de posibilidades de acercarse a él por medio de algo llamado religión, incluso creando un antagonista principal que se opone a su supremacía, el cual es más maquiavélico que Dios, no solo en actitud, sino también en imagen ya que según se alimenta de los miedos del hombre, induce a los malos actos con tentaciones haciéndolo pecar para apoderarse de sus “almas” y transformarlos en esclavos del infierno por la eternidad.

        Pero aquí surgen tres nuevas palabras que no se habían cruzado antes de mencionar al mínimo porcentaje de hombres que a partir de este momento serán denominados en este artículo como “los astutos”; estas tres palabras tienen un origen en los Libros Sagrados, que evidentemente, son escritos por manos humanas según el contexto histórico, político y sociocultural; por lo que muchas situaciones se ven según el marco de referencia en que fueron escritas. “La Santa Biblia” por ejemplo, es un libro en el que se recopila información que según los astutos relata la obra de dios, es allí donde surgen términos como “Infierno: Lugar al que van las almas de las personas que mueren en pecado, sin haberse arrepentido de sus faltas, para sufrir toda clase de penalidades. Pecado: pensamiento, palabra o acción, que se considera va contra la voluntad de Dios o los preceptos de una religión.  Y por ultimo  Alma: parte espiritual e inmortal del ser humano, separada del cuerpo tras la muerte de la persona”.

        En la Biblia se encuentran estos y un gran numero de términos teológicos más, que en la actualidad se reconocen como palabras naturales que están grabadas en nuestra memoria y son de fácil reconocimiento. Pero vamos a trasladarnos unos cinco mil años en el pasado, ya las sociedades estaban fundadas, tenían principios y tecnologías propias, además de una amplia cosmovisión. No solo creían en un dios creador, sino que lo asociaban con astros y selecciones naturales de su entorno, como el sol y la luna, por lo que no solo tenían uno, eran sociedades politeístas; se habla que alrededor del mundo los egipcios, los mayas, los aztecas los griegos todos al mismo tiempo y separados por amplias distancias reconocían a su manera el poder que este ser sobrenatural podía brindarles si lo adoraban de forma correcta o quitarles si lo hacían enojar.

        En estas culturas se reconoce primitivamente el alma como parte inmortal del Ser, por lo que es factible se haya transmitido de generación en generación y que los astutos más adelante adoptarían como parte de su instrumento sagrado. Muchas son las historias del surgimiento de las religiones modernas, la más famosa es la de Noé, en la que Dios le habla y le plantea construir un arca de proporciones impensables donde debería transportar dos animales de cada especie, pues sobre la tierra llevaría a cabo un gran diluvio que limpiaría de pecados al mundo y estas especies serian necesarias para repoblar.

        Posteriormente se habla de su hijo Abraham quien tras no poder engendrar hijos, su esposa le plantea tenerlos con Hagar su sirvienta de origen egipcio, teniendo un hijo al que bautizaron Isamal de donde proviene el Islam, pero al pasar los años Sara la esposa legitima de Abraham logra quedar embarazada teniendo un hijo al que llamaron Isaac y se dice que de allí proviene el Judaísmo, partiendo de estas dos ramas. Años más tarde en la cultura Judía se habla de un Mesías salvador hijo de dios el cual traería armonía, equilibrio y paz mundial como parte de las antiguas profecías de la Torán, que es el texto que contiene las escrituras sagradas judías.

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