Fe en personas
Enviado por davidmb • 3 de Junio de 2013 • Informe • 696 Palabras (3 Páginas) • 253 Visitas
Fe en personas:
Es cuando confiamos en alguien, por ejemplo: si le pregunto a una persona dónde queda tal lugar y sigo sus indicaciones estoy confiando, le creo, deposito mi fe en ella, confío en su palabra. También confiamos en las promesas de las personas pero éstas nos pueden fallar porque el ser humano está muchas veces condicionado por factores físicos, sociológicos, psicológicos y las circunstancias de la vida la mayoría de las veces están fuera de nuestro control (poner ejemplos de la vida cotidiana)
No así la Palabra de Dios, San Mateo nos afirma: ’’Cielo y tierra pasarán, pero la palabra de Dios no pasará jamás’’, es decir, podemos tener una confianza absoluta en la palabra y las promesas de Dios.
Nuestra fe, nuestra confianza, es dirigida sólo a Dios porque él es fiel y digno de confianza en sus palabras y promesas.
Veíamos en una charla anterior que es a Jesús a quien acudimos para resolver nuestros problemas, el problema empieza cuando buscamos soluciones al margen de Dios. San Lucas nos afirma que sólo a Dios tenemos que adorar y rendir culto (Lc 4, 8), el problema comienza cuando le atribuimos a objetos, personas o doctrinas el poder para solucionar todos nuestros problemas.
Muchas veces caemos en las tentaciones porque estas falsas soluciones son:
Rápidas, fáciles, sin esfuerzo de nuestra parte, mágicas, incluso buscan destruir a veces a otras personas, son egoístas (sólo pienso en mi), no llevan al crecimiento humano y espiritual, no nos llevan al servicio del prójimo, llevan a comercializar la fe. (Se puede ejemplificar cada uno de estos rasgos)
Dentro de estas búsquedas entran la lectura de las manos, del café, horóscopos, tirarse las cartas, tarot, juego de la copa o
Quija, espiritismo, New Age, orientalismos, etc. Las soluciones que nos pueden dar estas búsquedas son parciales y momentáneas, en la mayoría de los casos llevan un cosmo económico y son deterministas.
La invitación es depositar nuestra fe y confianza sólo en Dios, en su palabra, en la Iglesia. Ya que él es nuestro Padre amoroso le podemos confiar nuestras necesidades, sueños, problemas, sabiendo que él es fiel y siempre nos va a dar lo que necesitamos para ser felices.
"La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él” (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 153).
Fe y superstición:
La prueba de la gran importancia y necesidad de la fe para una correcta cosmovisión de la vida, es el hecho inexorable de que en la medida que nuestra cultura se vacía de Dios, se va llenando de ídolos. En contra de lo que el ateísmo ha pretendido transmitir, lo contrario de la fe no es la razón, sino la superstición. En el lenguaje bíblico, el abandono de Dios se expresa como una entrega a la idolatría; mientras que en el lenguaje moderno diríamos que quienes
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