IMPLACABLE
Enviado por yesseniaguaman79 • 19 de Junio de 2019 • Resumen • 3.026 Palabras (13 Páginas) • 191 Visitas
En este libro el autor nos habla sobre cómo llegar a ser unos hijos de Dios implacables y nos da pautas para conseguirlo, como por ejemplo:
El ser cristiano y mantener una relación con el Señor no es una meta temporal sino es una meta definitiva y para eso debemos que debemos ser constantes para cuando llegue nuestro momento de encontrarnos con el Señor , él nos diga: Bien hecho, buen siervo y fiel, no importa cómo llegamos a los pies del Señor sino como nos mantenemos junto a él hasta el final, debemos entender que debemos ser constantes y fuertes para no dejarnos llevar por la corriente del mundo, no debemos aparentar ser cristianos y conformarnos al mundo más bien por medio de nuestro fruto demostrar nuestra relación con el Señor, para eso debemos aprender a tener un espíritu implacable, esto quiere decir que debemos ser decididos, ser rígidos en los caminos del Señor y sobretodo persistentes y este espíritu el Señor no da cuando lo aceptamos en nuestro corazón y lo hacemos nuestro Señor.
El Señor necesita de nosotros para cumplir su propósito en la tierra, él ha diseñado la vida de cada uno de nosotros, aunque nosotros con nuestras malas decisiones nos hemos causado dolor y fracasos, pero el con su infinita misericordia y amor nos dio el arrepentimiento para regresar a sus caminos y vivir su plan perfecto que hizo para nosotros, generalmente el mayor desafío es creer en su palabra, ya que ponemos nuestros ojos en las circunstancia que a veces no ahogan, pero debemos recordar que en su palabra el Señor apresura su palabra para ponerla en obra.
Por medio de la muerte de nuestro Señor Jesús y su resurrección, somos salvos y reconocidos como hijos de Dios Padre, siendo reyes junto con él, eso quiere decir que debemos vivir como tales en la tierra, ser de influencia y gobernar nuestra vida y este mundo basados en los principios de Dios, no debemos dejarnos llevar por el mundo o tomar la posición cómoda de todo dejar en manos de Dios sin nosotros activar nuestra fe y con ello activar la mano de Dios en nuestras circunstancias, hay que recordar que Dios nos dio potestad para gobernar la tierra ya que si bien él es dueño de todo fue a nosotros quien nos dio autoridad en la tierra, la misma que perdimos al momento que Adán pecó, es por eso que en pasan tantas cosas mala, porque por medio del pecado entregamos este mundo enemigo, más el Dios tuvo misericordia y por medio del sacrificio de Jesús la autoridad nos fue restaurada y nosotros debemos poseerla y empoderarnos de ella para ganar la tierra para nuestro Señor.
Para esto hay que tener en claro que Cristo o Jesucristo es nuestra cabeza y que nosotros somos el cuerpo de él y eso implica nosotros somos la acción que somos uno con nuestro Señor, y al ser uno su poder está con nosotros, pero hay una condicionante, la palabra dice que para aquel que cree, entonces somos llamados a creer.
En el mundo hay muchos desiertos por donde debemos pasar, muchas trabas pero el Señor nos ha dado una fuente de poder que será nuestra arma para reinar y esta es la abundancia de su gracia.
Nos exhorta que vivamos una vida como lo hizo nuestro Señor, con piedad y pureza no dejando llevar las cosas del mundo, nos pide en su palabra que los limpiemos de toda contaminación con la sangre de Cristo y que vivamos en santificación y esto lo podemos realizar por medio de la gracias que él nos da, a que solo esta nos capacita para servir a Dios de manera aceptable y nos limpia y purifica cuando no lo podemos hacer en nuestras propias fuerzas, cuando entendemos este regalo que nos da el Señor, nos apoderamos del poder y de la capacidad que Dios nos da para limpiar nuestro cuerpo y alma.
El vivir como nuestro Señor lo hizo implica también preocuparnos por nuestro semejantes porque en su palabra nos dice “ Como me envió el Padre, así también yo os envío”, pero debemos tener en cuenta que el Señor nos envía con el poder de reinar sobre la enfermedad, las dolencias y cualquier otra adversidad que el enemigo quiera poner en nuestra vida y en la de nuestra familia, esa es la gracias de Dios, la que nos ayuda a vivir con sabiduría, entendimiento, perspicacia, con ingenuidad y creatividad, marcas innegables del carácter de Jesús, que nos permitirá cambiar nuestra sociedad.
El enemigo buscará confundirnos en nuestro camino pero cuando nosotros entendemos el poder gratuito que el Señor nos ha dado por medio de su gracia, y nos hacemos gobernadores de nuestras vida y de esta tierra que Jesús nos devolvió, el tiembla porque sabe que nos empoderamos del poder que va más allá de nuestra capacidades humanas.
El autor nos llama a ser gente de influencia y a reconocer nuestro lugar en esta tierra, que fuimos creados para ser cabeza y no cola, que seremos más que vencedores en él, que debemos ser luz en los sectores donde nos desarrollamos, que resaltemos que nos distingamos en esta sociedad oscura, que seamos quien alumbramos la vida de quienes aún no lo conocen y que no seamos solo esos cristianos de domingos, amables en ciertas circunstancias y a recitar versículos a nuestra conveniencia, sino más bien seamos un recipiente digno para su gracia, esta que nos es entregada gratuitamente, no por nuestras obras sino la recibimos por nuestra fe que viene por el oír y escudriñar su palabra.
Uno de los engaños más poderos del enemigo es no dejarnos reinar o gobernar nuestras vidas, nos hace sentirnos cómodos solo viendo el Reino y nos incomoda o nos persigue cuando queremos entrar a ese reino y ponernos en acción como un verdadero hijo de Dios, aquellos que fuimos redimidos por el calvario de Jesús, debemos gobernar la tierra no solo conformarnos con ser salvos y tener una relación con el gobierno poderoso de Dios sino que entremos y tomemos acción siendo persistentes en la fe a través de las tribulaciones, como esos guerreros que conquistan reinos para nuestro Señor, porque todo el pertenece a él y por ende a nosotros por ser coherederos pero para eso debes cumplir una condición que es sufrir con él, en su palabra dice que sufriremos de persecución y esas será la muestra que llevamos de correcta manera nuestro cristianismo, pero debemos reconocer que existen dos tipos de padecimientos, el uno el que nos da la justicia y el otro es por causa del mundo, este es influenciado por el enemigo, más el que nos da la justicia es cuando se soporta con las fuerza de Dios y pasamos la prueba obedeciendo su palabra, nos es entregada mayor autoridad en el área que nos hemos mantenido firmes en él, por eso debemos ser fuertes y tener en cuenta que mientras mayor es la batalla mayor es la victoria y finalmente mayor será la gloria, no debemos olvidar que somos más que vencedores en Cristo que nos fortalece, él es fiel para librarnos de la angustia y nos promete en su palabra que nos librará de TODA angustia no solo de algunas, por eso él nos lleva a lugares difíciles que debemos conquistar, sabe que es por nuestro bien, para su gloria y para beneficio de su pueblo si aprendemos a manejarnos con el poder de su gracia.
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