Jesus O Dios
Enviado por fpetz • 3 de Mayo de 2014 • 1.429 Palabras (6 Páginas) • 293 Visitas
Las crisis económicas recurrentes que arrancan el 1 de setiembre de 1976 con la devaluación del peso son resultado de los desequilibrios de las finanzas públicas. El país no entró en una nueva fase de crecimiento alto, lo que dificultó la tarea de recaudar más a una sociedad cuyo ingreso se encuentra estancado desde entonces. Las otras tres razones, de tipo estructural, escasamente vinculadas a los arreglos políticos. La primera de estas razones estructurales es la frontera con Estados Unidos. La diferencia en términos de instituciones, de ingreso y de precio de diversos insumos (el más evidente es el salario). La diferencia de precios entre los bienes y servicios en ambas economías, el intercambio comercial y el movimiento de ciudadanos y de inversión.
Cuando un gobierno intenta aumentar la recaudación de sus ciudadanos, sobre todo de los que tienen más recursos, pueden provocar que los capitales migren o incluso que lo hagan los propios contribuyentes que generan estos impuestos. Si este esfuerzo recaudador adicional está adosado a una ideología redistributiva agresiva, la fuga de capital financiero y humano, o incluso el intento de evasión del contribuyente, tenderá a incrementarse.
Cuando los impuestos son considerados excesivos, porque la sociedad está acostumbrada a un nivel más bajo o porque los del país vecino son menores, la inversión mina el crecimiento y la recaudación futura. Ni siquiera se puede correr el riesgo de que los impuestos al consumo sean superiores a los de nuestro vecino, sobre todo en la frontera, por el peligro de que el consumidor se vaya a comprar al "otro lado". La globalización también hace factible una mayor movilidad de las personas, sobre todo las que tienen un mayor nivel de educación o capital.
La segunda razón de tipo estructural es la enorme concentración de ingreso en México. Esta concentración tiene un impacto político y es defendida por quienes tienen más recursos, debido a esto un número pequeño de individuos paga una buena parte de los impuestos incluso aquellos que gravan el consumo. Hay innumerables productos exentos del IVA que se encuentran en la canasta de bienes que consumen los más ricos.
Los impuestos directos, que son los que gravan el ingreso, como el ISR son progresivos, le quitan más a los que más tienen. Los impuestos indirectos que gravan al consumo, de los cuales el más importante es el IVA, no tienen un impacto en la disminución de la desigualdad ni en la distribución de la riqueza, salvo si se gastan bien esos recursos. Al concentrar un porcentaje de los recursos disponibles, tiene la capacidad, fuerza y recursos necesarios para oponerse política o jurídicamente, gracias a la lógica constitucional en materia de amparo.
La tensión entre esta minoría rica y movilizada y esa mayoría dispersa y poco organizada se ha resulto con tasas impositivas bajas y un gasto público menor.
En los últimos años, México ha avanzado en la distribución de ingresos. De 1996 a 2006 el coeficiente de Gini mejoró, pudiera ser una tendencia asociada a la democracia, los cambios demográficos, las remesas de los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos y ciertas políticas públicas, sobre todo las que proporcionan un acceso mayor a la educación y la creación de programas como Oportunidades.
No solo se trata de recaudar más, sino asegurarse de distribuir entre los sectores de ingresos menores y desprotegidos, algo que México no ha hecho bien. En México, la pobre disminución de la desigualdad se debe a que hay muchas partidas regresivas del gasto público; la más regresivas son la educación secundaria y superior, todo el gasto que se va al ISSSTE, el gasto de salud para los trabajadores de Pemex, Procampo y los subsidios eléctricos, conceptos que van de una mayor regresividad a una menor. Las partidas de gasto progresivas, también de más a menos, son las becas de Oportunidades, educación preescolar, educación primaria, el Seguro Popular, la pensión para adultos mayores y la educación media superior.
La cuarta y más importante razón estructural que ha llevado a una baja recaudación son los ingresos petroleros, esto ha permitido sostener un nivel de gasto público mayor sin que se requiera incrementar los ingresos provenientes de los impuestos.
La crisis fiscal llevó
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