LA NUEVA ERA ¿FÉ O FANTASIA?

LA NUEVA ERA ¿FÉ O FANTASIA?

María Alejandra Capacho Carvajal

Nuestro mundo, técnicamente avanzado, pero espiritualmente hambriento, experimenta un profunda desilusión frente al bienestar que no borra su pobreza, a la libertad que no quita su esclavitud y a la ciencia que no despeja su honda incertidumbre, y esto se viene viendo desde los principios de la humanidad, el hombre ha tratado de encontrar respuestas que le transmitan seguridad y tranquilidad sobre su existencia, de modo que puedan determinar una síntesis de conocimientos, de prácticas que sean traspasados de generación en generación y en su afán por encontrar la “verdad” y el sendero definitivo a transitar el hombre va desechando alternativas y creando otras.

Lastimosamente de esta manera el hombre no logra conseguir nada, no logra alimentar su espíritu, ni borrar su pobreza, ni liberarse de la esclavitud, ni despejar su enorme incertidumbre, porque está perdido, no logra orientar su vida, es como si estuviera en un laberinto y no encuentra el camino que lo oriente, porque comienza un camino y luego se desvía por otro y sigue así sin encontrar salida, respuesta o soluciones; en la vida pasa lo mismo todos buscamos un sentido que nos oriente “el sentido de la vida” pero nunca estamos satisfechos porque ese sentido no se fortalece en una solo camino, en una sola creencia, en una sola FE y en cambio el hombre va a la deriva de cuanta moda, fantasía o novedad surja y que le dé con facilidad las respuestas a sus cuestionamiento, lo ciega con ilusiones de lo que todo mundo desea conseguir: armonía entre hombre y naturaleza, toma de conciencia y compromiso para hacer mejor el mundo, entre otros aspectos, pero en realidad son solo promesas falsas, que se quedan en palabra bonitas que solo atacan el pensamiento, la creencia y la fe débil, sin cumplir nada, solo buscando aumentar su fama.

En la fe cristiana nuestro dogma revela el amor de Dios manifestado en Jesús y contiene mandamientos prácticos  que nos ordenan en una forma de vida, confiamos y nos acogemos a las verdades que Dios revela, para tener una jerarquía de verdades que orientan a la iglesia y a la sociedad según los mandatos divinos, mientras el amor une al amado y ordena todo hacia ÉL.

«Es fuerte el impulso de creer en los falsos mitos del éxito y del poder; es peligroso abrañar conceptos evanescentes de lo sagrado que presentan a Dios bajo la forma de energía cósmica, o de otras maneras no concordes con la doctrina católica. ¡Jóvenes, no creáis en falaces ilusiones y modas efímeras que no pocas veces dejan un trágico vacío espiritual!» -Juan Pablo a los jóvenes 26 Agosto 2004.

A partir de este comentario del papa Juan pablo II podemos resaltar lo fuerte que puede llegar a ser un nuevo movimiento que esté en contra de la doctrina cristiana para que logre hacer que sus creyentes cambien sus pensamientos; pero también hace una invitación muy importante y es abrir los ojos y se enfoca en los jóvenes porque son estos el futuro del mundo, para que no se cieguen a la falsas ilusiones y modas efímeras que les desorientes en el sentido de la vida.

En la actualidad el paradigma que tenemos es la NEW AGE o NUEVA ERA un movimiento religioso en el que Dios ahora es nuestro propio ego, ellos lo llaman de un modo más agradable “crecimiento natural interior del hombre” pero que en esencia es lo mismo, buscan hacer que el hombre se desconecte de Dios para conectarse con su propio y enorme ego y con esto a lo más que pueden llegar a aspirar es a un egoísmo compartido. Este movimiento tiene algo de religión, de filosofía, de ciencia, cultura, arte, educación, entre otros, pero que no es nada de eso y lo es todo a la vez.

Nuestro DIOS  nos “entiende” y nos “acepta como somos”. Pero, a diferencia del verdadero Dios, el dios de la Nueva Era no exige conversión, se justifica cualquier pecado y este sigue esclavizando al hombre, lo que es desfavorable para la sociedad en la que estamos, porque se pierde el temor a Dios y se aumentaría los actos inapropiados que hacen daño al espíritu y al prójimo, que quitan la estabilidad, la paz, la tranquilidad que se quiere conseguir. Este es un “dios” que no se compromete con nosotros ni espera de nosotros ningún compromiso, y si las personas no son comprometidas no tienen un sentido el cual seguir y luchar como es el dogma cristianos que nos comprometemos con Dios con el objetivo de encontrar nuestra salvación, pero lo más incoherente de este movimiento es que cita a Jesús, pretende reconocerlo, pero manipula sus enseñanzas y lo contradice esencialmente.

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