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LA RELIGION


Enviado por   •  8 de Abril de 2013  •  11.152 Palabras (45 Páginas)  •  373 Visitas

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Introducción

Cristianismo, Budismo, Hinduismo, Satanismo, Judaísmo, son las religiones más populares de este planeta, pero también existen otras menos conocidas, ya sea jainismo o brahmanismo; cada uno de ellos con sus ideologías, creencias y ritos. En esta monografía presentaremos cada religión detallando cada cosa mencionada anteriormente y así profundizar los conocimientos sobre este tema.

El planteo de los problemas fueron varios entre los que se destacan, los orígenes de cada religión, sus creencias, los seguidores y la cantidad de religiones. También se explicarán términos que suelen confundir en este ámbito, como las sectas, ritos, etc. Al responder estas y más cuestiones, se pretende aclarar cualquier duda que se tenga al respecto.

Fue uno el problema que surgió durante la investigación, el cual fue la escasez de bibliografía para aquellas religiones no muy populares, como las dos mencionadas anteriormente.

Para llevar a cabo esta monografía se ha utilizado como bibliografía tanto libros como Internet.

Las religiones

Se considera religión a un sistema de prácticas relativas a cosas sagradas y se caracteriza por la división del mundo en dos polos: lo sagrado y lo profano. La palabra religión, común a todas las lenguas de la Europa occidental, es una forma romana de la palabra "religio". La etimología más probable de este nombre la relaciona con el verbo "legere" (re-legere, re-ligere: recogerse, repasar en el espíritu, discurrir en un matiz de concentración y a veces inquietud).

Son alrededor de 29 religiones, entre las principales se encuentran: cristianismo, judaísmo, budismo, islamismo, satanismo, hinduismo, taoismo, shintoismo, jainismo, confucionismo, brahmanismo y zoroastrismo.

Judaísmo

El Judaísmo, es padre de todas las religiones monoteístas, está basado en la fe de un solo Dios. A diferencia de otras religiones, éste no está centrado en un profeta o en un salvador, sino en la idea de un pueblo elegido.

La corona de la Torá

El culto se desarrolla en la sinagoga. Algunas sinagogas de la Reforma son llamadas templos, sobre todo porque los hebreos reformados, a diferencia de los ortodoxos, no creen que el templo de Jerusalén será reconstruido en los días del Mesías y que se ofrecerán, nuevamente, sacrificios de animales, por lo cual la sinagoga ha tomado, ahora, el lugar del antiguo Templo. En la sinagoga moderna los servicios son oficiados por los rabinos y por el cantor -que lee las oraciones cantadas-, pero en la doctrina hebrea no hay nada que impida a ningún hebreo oficiar cualquier servicio, incluida la celebración religiosa del matrimonio.

El rabí no es un sacerdote. La palabra "rabí" significa "docente" o "maestro" y su función consiste en explicar la religión hebrea. Hasta el siglo catorce no han existido los rabinos de profesión; los hebreos docentes se ganaban la vida ejerciendo una profesión, por ejemplo, la de médico, y explicaban la religión hebrea en las horas libres y gratuitamente. Los rabinos del período más antiguo provenían de todas las clases sociales. Algunos eran hombres de negocios, otros artesanos, otros aun zapateros. La única cualidad requerida era el conocimiento de la Torá. Esta palabra, que significa "enseñanza", indica en primer lugar el Pentateuco, esto es, los cinco libros de Moisés, y después, por extensión, todo el complejo de la doctrina hebrea.

Los trece principios

El Hebraísmo no ha conocido jamás un mecanismo verdadero y propio para la formulación de los dogmas, encargados de decidir de manera autoritaria y categórica lo que un hebreo debe creer para ser hebreo. Sin embargo, sería equivocado concluir que el Hebraísmo no tiene dogmas y que un hebreo puede creer lo que quiera.

Examinemos los trece principios de la fe hebrea como han sido formulados por Moisés Maimónides, el hebreo más grande del Medioevo. Existen otras creencias, como aquella de la elección divina de Israel, que no están incluidas entre los 13 puntos y que todavía muchos hebreos consideran básicos. Los principios de

Maimónides son:

Fe en la existencia de Dios: en su unidad; en su incorporeidad; en su eternidad; la fe que necesita adorar sólo a Dios; la fe en los Profetas; que Moisés es el más grande de los profetas; que la Torá es de origen celestial; que es inmutable; la fe en el hecho de que Dios conoce las acciones de los hombres; que recompensa a los buenos y castiga a los malvados; la fe en la venida del Mesías; la fe en la resurrección de los muertos.

La profesión hebrea de fe es el shemán: "Escucha, Israel, el Señor Dios nuestro es el único Dios" (Deuteronomio 6,4). El niño hebreo aprende a recitar estos versículos apenas empieza a hablar; los hebreos devotos los recitan diariamente en la mañana y en la tarde, y los moribundos los repiten como la última afirmación de su vida.

Más allá del tiempo y del espacio: Dios está más allá del tiempo y del espacio y el universo está subordinado a él. Él es trascendente e inmanente. Existe fuera del mundo y al mismo tiempo está implicado en él.

La oración y el culto van dirigidos sólo a Dios: También la oración dirigida a Dios

a través de un intermediario está prohibida.

Los principios sexto, séptimo, octavo y noveno conciernen a la revelación: Parece que Maimónides haya subrayado, de manera particular, el séptimo y noveno punto en respuesta a la exigencia del cristianismo y del islamismo, los cuales sostienen que ha surgido un profeta más grande que Moisés y que el Hebraísmo, aunque una vez era válido, ahora ha sido superado. Hasta hace poco, con algunas excepciones, los doctores hebreos han afirmado que los libros de la Biblia hebrea (el Antiguo Testamento) han sido revelados al hombre por inspiración divina, si bien en diferentes niveles. Ellos afirman que el Pentateuco (la Torá verdadera y propia) ha sido dictada por Dios a Moisés y lo consideran como la palabra de Dios verdadera y propia. Los libros proféticos de la Biblia habrían sido escritos por los Profetas bajo el influjo de la profecía (un grado inferior con respecto a la inspiración concedida a Moisés), mientras los libros de los Hagiógrafos (incluidos los Salmos y los Proverbios) habrían sido fruto de un grado todavía más bajo de inspiración, como espíritu santo. Todo esto está expresado en la norma hebrea que prohíbe colocar los libros Hagiógrafos por encima de los libros proféticos y estos últimos por encima de la trascripción del Pentateuco y los otros libros de la Biblia, y en segundo lugar la Torá oral o las enseñanzas que

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