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La Mujer Que Prospera


Enviado por   •  25 de Marzo de 2015  •  2.146 Palabras (9 Páginas)  •  421 Visitas

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TU PREOCUPACION GENUINA POR SEGUIR LAS PRIORIDADES BIBLICAS

Una noche después de regresar de nuestra luna de miel, desperté y me di cuenta de que el hombre que amaba estaba allí, junto a mi, plácidamente dormido. Mientras lo contemplaba dije dentro de mi: ¿Cuánto tiempo estará a mi lado?, pero pensé “si ahora es mi esposo, me pertenece”. Ese sentido de pertenencia que tenemos las mujeres es lo que nos da seguridad. Por eso cuando le decimos a nuestro esposo: “de mi no te vas a escapar” expresamos una idea equivocada al creer que nuestro amor está asegurado.

El respeto es absolutamente fundamental para todas las relaciones humanas y en especial dentro del matrimonio. La manera en que nosotras nos conducimos día tras día depende mayormente de cómo respetamos o dejamos de respetar a las personas que nos rodean y la manera en que los esposos se relacionan depende del mutuo respeto y admiración. Por eso los problemas matrimoniales casi siempre son por falta de respeto en alguna parte de la relación.

Cuando una mujer respeta a su esposo, el resultado que se espera es que “le trae bien todos los días de su vida”. Este tipo de mujer es una ganancia y no n problema al esposo. a él le llega el bien y ella es la fuente. Ello lo apoya y anima y le es fiel, porque lo ayuda “todos los días de su vida”. Cuando una esposa se comporta de esa manera, la confianza de su esposo en ella es completa. ¡cree en ella! Su cuidado en la administración del hogar engrandece la riqueza de la familia y no le hace falta nada con respecto a las cosas del hogar. La mujer que piensa en darle bien a su esposo, cuida a sus hijos, cuida sus posesiones y su buen nombre. Lo hace porque sabe cuáles son sus PRIORIDADES

La Mujer es…..

Y Dios la hizo,

Para ser compañeras del hombre,

A su propia imagen, con ilusión,

Con una costilla del hombre,

No para ser su compañera…..

Para ser su bendición.

Todas las mujeres son idénticas,

Con autonomía de pensamiento…. Autenticas

Con un sexto sentido que hace la diferencia.

Son belleza incomparable, algunas físicamente

Otras intelectualmente, pero en ambos casos, perfección interminable,

Que nos envuelve entre sus sueños dulcemente,

Tienen la sangre fría,

Para defender con su vida a un ser querido,

Tienen en su mirada la luz del día,

Tiene el poder de levantar a un guerrero ya vencido.

Son madres, son amigas, son amantes,

Creadas con la mágica ternura del amor,

Son el apoyo de caballeros triunfantes,

Son en un mundo hermoso, simplemente lo mejor.

Sergio Rodríguez

Una mujer tiene el poder de levantar a un guerrero ya vencido. Proverbios 31 no solo habla de “la mujer que prospera” sino también de la familia que prospera

la mujer que prospera es la que le ha progresado por que le ha ido bien en todo, en su familia, en su relación con el esposo, con los hijos , en su vida espiritual, académica y económica.

Dios tiene el control de nuestra vida y de nuestro futuro. Nosotras debemos simplemente establecer las prioridades para que actuemos según su voluntad divina y así obedecerlo. Entonces el nos bendecirá. Lamentablemente muchas veces tenemos equivocadas nuestras prioridades. todos tenemos prioridades en la vida pero hay 5 prioridades que Dios nos da en su palabra que no se pueden mover y no podemos cambiar el orden. Y deben ser lo principal en nuestras vidas.

1. DIOS

“Jesús le dijo: Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón,

Y con toda tu alma, y con toda tu mente”.

Mateo 22:37

Dios tiene que estar en primer lugar. El debe ser nuestra prioridad, en mi vida y en tu vida. Tú has sido comprada con la sangre de Cristo, debe ser Dios, no la iglesia, no el trabajo de la iglesia, ni el asistir a la iglesia o el grupo de mujeres. A veces nos confundimos y pensamos que si vamos mucho a la iglesia, es que estamos poniendo a Dios en primer lugar. Dice la biblia que si queremos desarrollar una relación personal con El, debemos pasar tiempo charlando y comunicándonos con El. Muchos creen que Dios es un mercado, donde uno solo va a pedir cosas, Dios dame aquello, sáname, ámame, arréglame este problema, y tenemos una relación con Dios enfermiza. Tratamos a Dios como el mago de la lámpara de Aladino. Aladino frotaba la lámpara y salía el mago y le decía te concederé tres deseos. Tratamos a Dios como este mago.

Yo tengo hijas y posible tu las tengas, te imaginas si tus hijos cuando te miras te hablan y te dicen, perdóname mami, pero necesito zapatos, mami cómprame dulces, mami quiero helado, mami una muñeca, y al final te preguntas ¿es que mi hijo no tiene otra forma de hablar conmigo que para pedirme cosas o me busca solo cuando quiere algo?. Queremos tener una buena relación con ellos, que platiquemos, pero que no solo pidamos., esa misma relación quiere tener Dios con nosotras. Dios quiere que nos relacionemos con El de una forma personal y que pongamos esa relación en primer lugar en nuestra vida. Dios es nuestro todo.

2. NUESTRO CONYUGE.

Leamos dos pasajes de las escrituras: efesios 5:21-25 y 1corintios 11:3 donde se nos dice: “someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como el Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como, Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y el es su Salvador. Así que como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo, Maridos , amad a vuestras mujeres, así como Cristo amo a la iglesia , y se entrego así mismo por ella. Preso quiere que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón y el varón es al cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”.

El segundo lugar en nuestra vida lo debe ocupar nuestro cónyuge. El es la persona más importante que Dios nos ha dado para acompañarnos a lo lardo del trayecto de nuestra vida. Tu cónyuge debe ser tu prioridad numero dos inmediatamente debajo de tu relación con Dios. Muchas veces las mujeres latinas colocamos a nuestros hijos como la prioridad dos por encima de nuestro cónyuge, sin embargo es bueno recordar que no podemos ser buenas madres, si primero no somos buenas

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