La Santidad

El libro más reciente del Papa Francisco nos habla de la santidad y nos invita hacia ella, a buscar de Dios a través de la búsqueda de la santidad, el Papa nos invita a seguir a Dios y a tener una conexión más fuerte con él, y para lograrlo tenemos que buscar de la santidad. En el libro el Papa nos muestra como siendo ordinarios con nuestras acciones cotidianas y nuestra forma de pensar podemos empezar un camino a la santidad; nos da ejemplos de personas que son santas y como llegaron a serlo, nos dice que tipo de acciones nos ayudan a llegar a la santidad, aclara algunas dudas y desmiente otras, pero nos invita a seguir el camino del bien y a arrepentirnos.

En lo que va transcurriendo la obra surge el pensamiento de ser santos a través del perdón, esto es algo importante y algo curioso, ya que muchas veces nosotros no somos misericordiosos con lo demás, y después buscamos la manera de solucionar nuestros errores, y tildamos a aquellas personas no nos perdonan como monstruos que no conocen de Dios cuando nosotros somos los que realmente no conocemos de él. Habla también sobre la justicia “«Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos»”, buscar la justicia por el bien de los demás, ser siempre justos, aunque a la sociedad no le guste y critique esto, eso te llevara a la santidad.

Nos dice que para ser santos no hace falta ser sacerdotes, ni ser personal de la iglesia, basta con querer serlo como nos dice el párrafo 14: *Para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. No es así. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra. ¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales*, aunque todo esto nos puede llevar a la santidad, más de una persona en nuestro círculo de conocidos es un santo, pues, siempre hay personas que le ponen amor, empeño y dedicación a todo lo que estas hacen, sin importar cuan dura sea una tarea ellos la cumplirán con satisfacción para los demás.

Es algo peculiar lo que nos cuenta el Papa, de que lo que mas le enoja de esta sociedad actual es que todo acto de bondad es mal visto y son juzgados, pero, el hacer un buen acto no debe ser mal visto, pero la sociedad está tan corrompida que todo aquello que hoy en día es bueno, moralmente es malo, y todo aquello que es malo, moralmente es bueno, por ejemplo el hecho de que si viste que a alguien se le cayó un billete y en lugar de llevártelo (que técnicamente es un robo) se lo das a su dueño, la gente te tachará de estúpido y “bola lenta” por hacer el bien y ser correcto en la sociedad. Este tipo de cosas y situaciones nos hace cuestionar que pasa con la sociedad, porque se ha separado de Dios y se hace entendible porque el Papa escribe este libro.

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