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Liturgia De Las Horas


Enviado por   •  31 de Enero de 2012  •  10.617 Palabras (43 Páginas)  •  727 Visitas

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SALTERIO I

Oficio Divino, Oración de las horas

I VÍSPERAS DOMINGO I

(Sábado tarde)

SALUDO INICIAL:

V. Dios mío, ven en mi auxilio.

R. Señor, date prisa en socorrerme.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Himno del Tiempo ordinario

Como una ofrenda de la tarde,

elevamos nuestra oración;

con el alzar de nuestras manos,

levantamos el corazón.

Al declinar la luz del día,

que recibimos como don,

con las alas de la plegaria,

levantamos el corazón.

Haz que la senda de la vida

la recorramos con amor

y, a cada paso del camino,

levantemos el corazón.

Cuando sembramos de esperanza,

cuando regamos con dolor,

con las gavillas en las manos,

levantemos el corazón.

Gloria a Dios Padre, que nos hizo

gloria a Dios Hijo Salvador,

gloria al Espíritu divino:

tres Personas y un solo Dios. Amén

Otro HIMNO

Los pueblos que marchan y luchan,

con firme tesón

aclamen al Dios de la vida.

“Cantemos hosanna que viene el Señor.”

Agiten laureles y olivos,

es Pascua de Dios,

mayores y niños repitan:

“Cantemos hosanna que viene el Señor.”

Jesús victorioso y presente

ofrece su don

a todos los justos del mundo.

“Cantemos hosanna que viene el Señor.”

Resuenen en todo camino

de paz y de amor

alegres canciones que digan:

“Cantemos hosanna que viene el Señor.”

Que Dios, Padre nuestro amoroso,

el Hijo y su Don

a todos protejan y acojan.

“Cantemos hosanna que viene el Señor.”

SALMODIA

Antífona 1

Domingo I de Adviento: Anunciad a los pueblos y decidles: “Mirad, viene Dios; nuestro Salvador”.

Domingo I de Cuaresma: Acepta, Señor nuestro corazón contrito, y nuestro espíritu humilde; que este sea hoy nuestro sacrificio, y que te sea agradable, Señor, Dios nuestro.

Domingo V de Cuaresma: Meteré mi ley en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Domingo V de Pascua: El alzar de mis manos suba a ti, Señor, como ofrenda de la tarde. Aleluya.

Tiempo ordinario: Suba mi oración Señor como incienso en tu presencia.

Salmo 140 ORACIÓN ANTE EL PELIGRO

Por manos del ángel subió a la presencia de Dios el humo de los perfumes junto con las oraciones de los santos (Ap 8, 4)

Señor, te estoy llamando, ven de prisa,

escucha mi voz cuando te llamo.

Suba mi oración como incienso en tu presencia,

el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.

Coloca, Señor, una guardia en mi boca,

un centinela a la puerta de mis labios;

no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,

a cometer crímenes y delitos;

ni que con los hombres malvados

participe en banquetes.

Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,

pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;

yo seguiré rezando en sus desgracias.

Sus jefes cayeron despeñados,

aunque escucharon mis palabras amables;

como una piedra de molino, rota por tierra,

están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.

Señor, mis ojos están vueltos a ti,

en ti me refugio, no me dejes indefenso;

guárdame del lazo que me han tendido,

de la trampa de los malhechores.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1

Domingo I de Adviento: Anunciad a los pueblos y decidles: “Mirad, viene Dios; nuestro Salvador”.

Domingo I de Cuaresma: Acepta, Señor nuestro corazón contrito, y nuestro espíritu humilde; que este sea hoy nuestro sacrificio, y que te sea agradable, Señor, Dios nuestro.

Domingo V de Cuaresma: Meteré mi ley en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Domingo V de Pascua: El alzar de mis manos suba a ti, Señor, como ofrenda de la tarde. Aleluya.

Tiempo ordinario: Suba mi oración Señor como incienso en tu presencia.

Antífona 2

Domingo I de Adviento: Mirad: el Señor vendrá, y todos sus santos vendrán con Él; en aquel día, habrá una gran luz. Aleluya.

Domingo I de Cuaresma: Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: «Aquí estoy.»

Domingo V de Cuaresma: Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.

Domingo V de Pascua: Me sacaste de la prisión: por eso doy gracias a tu nombre. Aleluya.

Tiempo ordinario: Tú eres mi refugio y mi lote, Señor, en el país de la vida.

Salmo 141 TÚ ERES MI REFUGIO

Todo lo que describe el salmo se

realizó en el Señor durante su pasión.

(S. Hilario)

A voz en grito clamo al Señor,

a voz en grito suplico al Señor;

desahogo ante Él mis afanes,

expongo ante Él mi angustia,

mientras me va faltando el aliento.

Pero Tú conoces mis senderos,

y que en el camino por donde avanzo

me han escondido una trampa.

Mira a la derecha, fíjate:

nadie me hace caso;

no tengo adónde huir,

nadie mira por mi vida.

A ti grito, Señor;

te digo: "Tú eres mi refugio

y mi lote en el país de la vida".

Atiende a mis clamores,

que estoy agotado;

líbrame de mis perseguidores,

que son más fuertes que yo.

Sácame de la prisión,

y daré gracias a tu nombre:

me rodearán los justos

cuando me devuelvas tu favor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2

Domingo I de Adviento: Mirad: el Señor vendrá, y todos sus santos vendrán con Él; en aquel día, habrá una gran luz. Aleluya.

Domingo I de Cuaresma: Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: «Aquí estoy.»

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