Novena De Aguinaldo
Enviado por josejose79 • 8 de Enero de 2013 • 1.905 Palabras (8 Páginas) • 638 Visitas
NOVENA DE AGUINALDO
DÍA PRIMERO
Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto amaste a los hombres, que le diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo amado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con total despredio de todo lo terreno para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amen.
(Se reza tres veces el Gloria al Padre).
DÍA PRIMERO
CONSIDERACIÓN
La vida del Verbo eterno en el seno de su Padre era una vida maravillosa; y sin embargo, misterio ¡sublime! busca otra morada. Una mansión creada. No era porque en su mansión eterna faltase algo a su infinita anhelaba la redención y la salvación del género humano, que sin El no podría verificarse. El pecado de Adán había ofendido a un Dios, y esa ofensa infinita no podía ser perdonada sino por los méritos del mismo Dios. La raza de Adán había desobedecido y merecido un castigo, eterno; era, pues, necesario para salvarla y satisfacer su culpa que Dios, sin dejar el cielo, tomase la forma del hombre y con la obediencia a los designios de su Padre, expiase aquella desobediencia, ingratitud y rebeldía. Por eso el Verbo Eterno, ardiendo en deseos de salvar al hombre, resolvió hacerse hombre también, y así redimir al culpable.
ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
QUE SE DIRÁ TODOS LOS DÍAS
Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiese por madre suya, te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma, y las de todos los que en este tiempo hicieren esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunícame algo del profundo recogimiento y divina ternura con lo que le aguardaste tú para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad.
(Tres veces el Avemaría)
ORACIÓN A SAN JOSÉ
¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego por el amor que tuviste al Divino Niño, me abrases en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina Esencia le veo y le gozo en el cielo. Amen.
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria).
GOZOS
Dulce Jesús mío
Mi niño adorado
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
¡Oh Sapienza suma
Del Dios soberano
Que al nivel de un niño
Te hallas rebajado!
¡Oh Divino Infante
Ven para enseñarnos
La prudencia que hace
Verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas! etc.
¡Oh raíz sagrada
De José, que en lo alto
Presentas al orbe
Tu fragante nardo!
¡Dulcísimo Niño
Que has sido llamado
“Lirio de los valles
Bella flor del campo”!
¡Ven a nuestras almas! etc.
¡Oh lumbre de Oriente,
Sol de eternos rayos,
Que entre las tinieblas
Tu esplendor veamos!
¡Niño tan precioso,
Dicha del cristiano,
Luzca la sonrisa
De tus dulces labios!
¡Ven a nuestras almas! etc.
¡Rey de las naciones
Emmanuel preclaro
De Israel anhelo
Pastor del rebaño!
¡Niño que apacientas
Con suave cayado,
Ya la oveja arisca
Ya el cordero manso!
¡Ven a nuestras almas! etc.
¡Ábranse los cielos
Y llueva de lo alto
Bienhechor rocío,
Como riego santo!
¡Ven hermoso Niño!
¡Ven Dios humanado!
¡Luce, hermosa estrella,
Brota flor del campo!
¡Ven a nuestras almas! etc.
¡Ven que ya María
Previene sus brazos
Do su Niño vean,
En tiempo cercano!
¡Ven, que ya José,
Con anhelo sacro
Se dispone a hacerse
De tu amor sagrario!
¡Ven a nuestras almas! etc.
¡Del débil auxilio,
Del doliente amparo,
Consuelo del triste,
Luz del desterrado!
¡Vida de mi vida,
Mi dueño adorado,
Mi constante amigo,
Mi divino hermano!
¡Ven a nuestras almas! etc.
¡Vé ante mis ojos
De ti enamorados
Bese ya tus plantas
Bese ya tus manos!
¡Prosternado en tierra
Te tiendo los brazos
Y aún más que mis frases
Te dice mi llanto!
¡Ven a nuestras almas! etc.
¡Ven, Salvador nuestro,
Por quien suspiramos
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
PARA TODOS LOS DÍAS
Acuérdate ¡oh dulcísimo Niño Jesús! que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieres pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en ti ¡oh Jesús, que eres la misma verdad, venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos, por los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a Ti ¡oh Niño omnipotente! Seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amen.
DÍA SEGUNDO
BENIGNÍSIMO DIOS DE INFINITA CARIDAD, ETC.
CONSIDERACIÓN
El verbo eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa casa de Nazareth, en donde moraban María y José. Cuando la sombra del decreto divino vino a deslizarse sobre ella, María estaba sola y embebida de la oración. Pasaba las silenciosas horas de la noche en la unión más estrecha con Dios; y mientras oraba, el Verbo tomó posesión
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