Opus Dei En Sudafrica

1. Datos Básicos (idioma, población, ubicación, religión

principal)

Nombre oficial: Republica de Sudafrica

Ubicación: Extremo sur de Africa

Idiomas: existen 11 idiomas oficiales: zulú (22,9%), xhosa (17,9%), afrikaans (14,4%), sepedi (9,2%), inglés (8,6%), tswana (8,2%), sotho (7,7%), tsonga (4,4%), swati (2,5%), venda (2,2%), ndebele (1,5%)

Poblacion: 40,58 millones de habitante

Religion: En relación a la afiliación religiosa, cerca de dos tercios de los sudafricanos son cristianos, principalmente protestantes. Pertenecen a una variedad de iglesias, incluyendo muchas que combinan creencias cristianas con tradicionales. Otras religiones de importancia son el islán, hinduismo y judaísmo.

2. Fecha en que comenzó la expansión: diciembre 1998

3. Situación política o económica del país en ese año

El éxito de las primeras elecciones democráticas en 1994, encauzó a la economía en un camino de crecimiento y creó un entorno propicio tanto para la inversión local como la externa. Durante la segunda mitad de 1997 la economía mundial, y en particular las economías de los mercados emergentes, fueron afectadas negativamente por la crisis financiera de Asia Oriental.La economía de Sudáfrica no fue una excepción y creció apenas un 0,8% en 1998 comparado con 2,6% el año anterior.

La economía se recuperó favorablemente después de 1998

Las cifras de SIDA están en aumento

Nelson Mandela estaba en sus últimos años como presidente de Sudáfrica

4. Papa y Prelado al momento de la expansión

Papa: Juan Pablo II

prelado: Mons. Javier Echevarría

5. Testimonio

Agueda Colom

Aterrizamos en Sudáfrica el 16 de Diciembre de 1999 por la noche: cuando entramos a la casa, pudimos ver que algunas señoras se habían ocupado de limpiarla y otras de llenar la pequeña despensa. Al día siguiente nuestra gran ilusión era preparar la mejor sala de la casa para tener un pequeño oratorio y poder celebrar la Santa Misa ese mismo día en ese nuevo centro de la Obra, y fue posible. Los primeros días nos sirvieron para familiarizarnos con el barrio, acostumbrarnos a conducir del otro lado (aquí es como en Inglaterra) y también para que algunas de nosotras comenzáramos a aprender el idioma. Ya desde los primeros días algunas familias nos invitaban para darnos la bienvenida y para contarnos un poco acerca de la realidad del país.

Ya al poco tiempo de instaladas quisimos empezar con las actividades y empezamos a invitar chicas para asistir a una meditación que predicaría un sacerdote de la Obra: muchos preparativos, mucha ilusión... y cuando llegó la hora señalada no apareció nadie. Dijimos que la segunda sería la vencida, y no lo fue. Pero la tercera sí: vinieron unas pocas chicas de todos los colores que nos hicieron soñar con esos cientos y cientos que vendrán tras ellas.

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