Oracion Del Grupo

Misoginia en México como en el mundo

Introducción:

La misoginia es un concepto social que se utiliza para describir la actitud que toman las personas la cual demuestra aberración odio o desprecio a las mujeres o todo género femenino por lo general son los hombres que demuestran estas actitudes pero también puede ser aplicado por las mujeres.

El termino misoginia proviene del griego en el cual el sufijo miseo significa odiar o despreciar y qyne que significa mujer o femenino.

Las diversas civilizaciones han sido más misóginas que otras; pero la raíz de la misoginia moderna es doble; por un lado, griega, a través de mitos como el de Pandora y de monstruos femeninos, o de filósofos como Aristóteles, quien escribió que las mujeres eran biológicamente inferiores al varón, por otro lado, la Biblia, que consideró a las mujeres inferiores al varón a causa del pecado original de Eva y por castigo divino.

La Edad Media en Europa asimiló ambas doctrinas y en ella se llegó a discutir incluso si las mujeres tenían alma; Dios es hombre y creó al hombre a su imagen y semejanza, no a la mujer, que fue una creación inferior desde el hombre, de una costilla suya; Eva hizo pecar a Adán; los Evangelios hablan más de los apóstoles masculinos que de los femeninos, que también los hubo; San Pablo dice que "las mujeres en la iglesia, callen" o "se salvará teniendo hijos, si permanece en fe, amor y santidad con prudencia.

Por otra parte, otras religiones, que no han conocido algo semejante, se muestran en general mucho más misóginas, como el Islam, en cuyo Corán se "el dominio masculino es indispensable para que los hombres puedan apropiarse del producto de la fecundidad femenina"; O ley musulmana el testimonio de una mujer vale la mitad que el de un hombre.

Desarrollo del tema:

En México, la desigualdad es uno de los problemas que detiene el desarrollo de las sociedades, y entre aquellas, se encuentran las que son propiciadas por el género, ya que colocan en desventaja a las mujeres generando relaciones donde el abuso del poder y la violencia contra las mujeres son aceptados.

Es común que en la cultura mexicana se dé mayor peso al sexo masculino, por considerársele el poseedor del poder, la autoridad y la fuerza para sobrellevar los acontecimientos importantes a través de la historia y la política, otorgándole por consiguiente a la mujer un papel inferior y limitado a la esfera doméstica, doblegada y dependiente del hombre.

Ejemplo de ello es que a pesar de que desde 1917 se obtuvo en la constitución la igualdad legal entre el hombre y la mujer, no fue sino hasta 1953 cuando se le permitió el voto a esta última; lo cual muestra un panorama de cómo se ha segregado al sexo femenino, considerándolo incapaz para realizar acciones de relevancia, mostrando así una forma sutil de misoginia.

Es común encontrar en la nacionalidad el arraigo cultural del patriarcado, donde el padre es quien asigna funciones, es jefe absoluto de la casa, quien posee el poder y dominación de la mujer y su familia, otorga los permisos, acepta la petición de la mano de su hija, debe aportar mayor sustento económico al hogar, entre otras cosas, generando la desigualdad entre géneros.

Otro aspecto dominante en la cultura de México es su religión, donde generalmente prevalece la Iglesia Católica, la cual ha enseñado que la mujer debe estar siempre a disposición del marido suceda lo que suceda. Todo esto da indicios del por qué aún en pleno siglo XXI, muchas mujeres continúan sometidas al esposo (por sus ideas religiosas, por temor a ser castigados por el poder divino o el que dirá la sociedad. Las situaciones de discriminación contra la mujer siguen vigentes, en circunstancias similares a las de años anteriores, lo que habla del poco interés de la sociedad en remediar este grave problemática.

La primera forma de discriminación es al interior del hogar, donde ella es víctima de diferentes tipos de violencia ejercida principalmente por su pareja. Entre los actos más frecuentes de violencia contra las mujeres se encuentran:

Maltrato psicológico:

• Amenazas, que pueden ser de daño físico, de secuestro de los hijos, de abandono; de retirar el sustento económico, etc.

• Intimidación; generar miedo a través de miradas, acciones o gestos, destrozar objetos personales;

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