Oraciones Verticales
Enviado por diegucho101 • 12 de Octubre de 2013 • 369 Palabras (2 Páginas) • 606 Visitas
Al iniciar mi primer año de bachillerato supe que vería una nueva materia “Dibujo Técnico”, cuando ingrese al salón de dibujo para mi primera clase, pensaba que esto tenia mucho que ver con el desarrollo y creación de paisajes bonitos, caricaturas y todo tipo de animaciones que hubiesen en mi imaginación, - realmente llegue engañado -, la realidad era otra y pronto sabría de que se trataba mi nueva materia.
Las explicaciones iniciales rápidamente me abrieron los ojos, en esta clase tendríamos que desarrollar planos y bocetos de posibles piezas mecánicas o arquitectónicas para poder aprobar la materia, al principio ajustarme a la realidad no fue tan sencillo, sin embargo con el tiempo todo empezó a fluir y en cada clase aprendí cosas muy valiosas que aun hoy no salen de mi mente. Una de mis clases más impactantes fue la del “Trasportador”, mi profesora de dibujo técnico, una señora rubia de 1.68 m de estatura siempre con la espalda recta y una mirada penetrante, se puso de pie y nos pidió que para la próxima clase trajéramos un “Transportador”, cuando dijo eso imagine un carro de acarreos o algo similar, - tenia 11 años de edad, el nombre me comunicaba eso. No me culpen (jejeje) -.
Ella inicio la clase hablando de los grados y enunciaba que es una línea horizontal, una vertical, etc., y referenciaba cómo eso afectaba la creación de nuestras planchas de dibujo técnico, pero ese día, lo que capturo mi total atención fue algo que llamaba: Oraciones verticales o de 90 grados. Ella dijo que la mejor manera para comunicarse con Dios, era cuando yo lograba ser capaz de alinear mi corazón, mi boca y mi mente formando un ángulo de 90 grados para hablar con Dios, que de nada servía cuando yo oraba con mi boca y mi corazón estaba en otra dirección, expresaba <<lo que le interesa a Dios, es una Oración Vertical o Sincera>>”, desde ese momento mis esfuerzos se enfocan en poder alinear mi mente, mi boca y mi corazón para buscar la presencia de Dios.
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” Mateo 22:37
Por Diego Chaves
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