Oratoria Religion
Enviado por mf13 • 25 de Septiembre de 2012 • 875 Palabras (4 Páginas) • 1.422 Visitas
“El miedo al dolor, incluso al dolor infinitamente pequeño no puede desembocar más que en una religión basada en el amor”
NIETZSCHE
Hemos estado hablando de política, violencia, e inseguridad pero ahora vamos a hablar de algo más intrínseco, la religión.
Hablar de religión, es referirnos a una filosofía de vida que cada uno de nosotros lleva a cabo en el día a día, que nos permite ser tolerantes con aquellos que piensan o tienen diferentes creencias, mostrar respeto a los demás y a las diferentes costumbres.
A través de la historia ha habido muchos personajes destacados que han recorrido el mundo predicando acerca de la tolerancia, amor y unión entre los hombres; han sido comunicadores de paz, fe y esperanza y a pesar de no haber sido perfectos nos han dejado una enseñanza de amor y vida. El amor incondicional, ayuda, aceptación, agradecimiento y el no desear mal a ninguna persona fue parte de su filosofía.
“¿Por qué señor? ¿Por qué a mí?” Es una frase muy común entre la gente que ha perdido toda esperanza ante una situación desalentadora. Y es que, ¿Quién está exento? ¿Quién no ha enfrentado un problema cuya magnitud haya sido superior incluso a él mismo? Desde que somos pequeños aprendemos lo dura que la vida puede llegar a ser;
tropezamos, caemos, tropezamos y volvemos a caer, en ocasiones, con el mismo obstáculo, que creíamos haber dejado atrás. Hay épocas en nuestras vidas en las cuales, por más que nos esforzamos, las cosas no salen según lo planeado; Desgracia tras desgracia golpean a nuestros familiares y amigos, a nosotros mismos.
Analizamos una y otra vez las opciones que tenemos para resolver nuestro problema.
Si es financiero queremos resolverlo con un: “Trabajaré más duro”, “Conseguiré otro empleo”, “Recortaré los gastos de la casa”.
Si es emocional tratamos de llenar ese vacío que sentimos por medio de una pareja, amigos o familia y lamentablemente obtenemos el mismo resultado.
Terminamos destrozados, sin ninguna esperanza al ver como nuestro mundo se derrumba. “Mi vida ya no tiene sentido”. Es muy común que a nuestra cabeza lleguen estos pensamientos, pues somos humanos y no podemos con esta carga emocional tan grande, pero ¿Qué pasa con Dios? ¿Qué pasa con el único ser capaz de aligerar nuestras cargas? “Se olvidó de mí”, “Me ha abandonado”, “Si estoy así, es porque él lo quiere”, “Él tiene sus propios problemas”, “Es un castigo de Dios”. Tenemos un concepto erróneo de un Dios castigador, con limitaciones, e indiferente a lo que nos abruma. Nada más alejado de la verdad, pues su voluntad es buena, agradable y perfecta.
Todos necesitamos creer en un ser supremo, un Dios todopoderoso que puede dar solución a cualquier problema que se presente en nuestras vidas y que nunca nos deja; como Mahatma
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