Proverbios
Enviado por zulemie10 • 19 de Abril de 2015 • 3.205 Palabras (13 Páginas) • 150 Visitas
de oro.
Lina estaba con Rosa lavando en el arroyo y vieron que el agua venia con sangre. Lina le grito a Andrés que el agua teniasangre, éste pensó que nuevamente había sucedido algo en el Abra del Algarrobo. Andrés fue con Dolorito a ver y cuando llegaron al lugar (La Peña), ven a un hombre muerto, bocabajo. Dolorito reconoce a su tío José (Chepo). Una vez mas su vida se le figuró estrecha y pavorosa, como vista desde lo hondo de un caño. Dolorito se arrojo sobre el cuerpo, todo estremecido de lamentos. Falleció a consecuencia de una puñalada por la espalda.
El hijo de Fele vio cuando Chepo iba corriendo a un hombre que se metió por las malezas de Monte Grande y llegando al rió Chepo se cayó y no se levanto.
Chano, el compadre de tío José “Chepo” salió al pueblo y lo dejo velando la foguera. Según conjeturas del viejo peón de los Montojos, fue apuñalado a traición por confusión, confundiéndolo por su compadre Chano. Porque el tío José “Chepo” nunca le hizo daño a nadie, no tenia enemigos, ni aun en la Hacienda Monte Grande.
El cadáver fue levantado por las autoridades y llevado a la casuca.
Lina se pasaba días enteros buscando pepitas de oro en las arenas, las cuales cambiaba en la pulpería, por velas con el fin de dedicarlas, devotamente a la memoria de su hermano.
En un anochecer de diciembre, Lina desapreció de la casa y no sabían en donde estaba. La encontraron en los bejucales, bajo unas matas de plátanos, estaba muy fría y llorosa. Le decía a Dolorito que fuequien la encontró que tenía que decirle un secreto.
Capítulo IV
ORO Y ARENA
Pancho Torres “Guinea”, busco al Padre Ramón para confesarle que fue quien asesino a tío José Soler “Chepo” por equivocación, pues a quien iba a matar era a Chano. Pancho era el peón de confianza de la Hacienda Monte Grande. Salustiano “Salú”, capataz de Monte Grande, le dijo a Guinea que Chano lo estaba velando para matarlo. Esa tarde del incidente, Salú le dijo, “Chano esta en La Peña”. Le explica al Padre Ramón, que el odio obliga a matar y que es una fuerza ciega que hay en Monte Grande que le apretó el puñal en la mano. Que el no tenia nada con Chano y menos con Chepo. Guinea estaba arrepentido de lo que hizo.
Don Ramón tenía que ir a bendecir una capilla en Monte Grande que doña Carmen, esposa de Nicolás Velazco, hizo levantar en la hacienda. Después de terminada la ceremonia, Padre Ramón confronto a Salustiano con la acusación que confeso Guinea en donde lo implicaba. Éste aseguraba que no tenía que ver nada con el incidente. El Padre Ramón sabía que Salustiano había tenido un disgusto con Chano en un juego y se valió de artimañas para incitar al Guinea para que atacara a Chano. Además Guinea también había pasado un disgusto con Chano que contribuyo a la situación. Don Nicolás Velazco iría a hablar con las autoridades por si habían incriminado a Salustiano en elcrimen porque el sabía que no era un santo pero creía que no tenía la culpa.
Don Ramón le pidió a don Nicolás que resolviera el problema de la Guardarraya con don Pedro Quiroga, porque solos los infelices estaban pagando por esa enemistad.
Don Nicolás comparaba a los españoles como el oro y a los criollos como la arena. Para él solo lo español era oro.
De regreso al pueblo, don Nicolás y Padre Ramón se encontraron con Andrés y Dolorito, que iban a buscar pepitas de oro al río. Don Nicolás le pregunto a Andrés porque no había ido a trabajar, cuando su padre iba a contestar, Dolorito le dio la espalda (acto de falta de respeto a la gente mayor) a don Nicolás. Cuando don Nicolás le pregunto porque hacia eso, él le contesto que así era mejor porque por la espalda le habían dado la puñalada a su tío José. Don Nicolás se puso furioso y le iba a pega con la fusta y Padre Ramón se lo quitó. Andrés le advirtió que todavía era Solares Montojo y se cuadro con su machete. Padre Ramón controló a don Nicolás y más calmado prosiguieron su camino. Dolorito y Andrés también prosiguieron a busca la veta de oro al río.
Era el tiempo de recolección el café, y Salustiano enviaba a pagar en todos los ventorrillos las deudas de los peones y estos iban y si tenían que llevar a su familia se quedaban en los ranchones o en las casitas. Llegaban negros robustos,mulatos, jíbaros y jíbaras de Loíza, Medianía, Ceiba, Naguabo. Duraba hasta después de dos o tres días del acabe.
Capítulo V
ENTRADA EN LA NOCHE
Lina hizo una promesa a la Virgen por la vida de Dolorito, una vez que sufrió de una grave enfermedad. Prometió vestirse con unos trajes hechos de sacos de henequén. También prometió ir al pueblo de Hormigueros al Santuario de la Virgen de la Monserrate para llevarle una piernita de oro. Dolorito fue un niño muy enfermizo, sufrió todas las enfermedades comunes de los niños.
Lina le enseño a Dolorito el lugar en donde tenia guardada la piernita de oro para llevarla al santuario. “No estaría tranquila hasta entregar la piernita a la Virgen”.
Desde el día de la muerte de José, Lina no volvió a lavar ropa en el rió. La impresión de la mancha de sangre en la ropa blanca le afecto mucho.
Lina muere sin que el Padre Ramón le dé los santos oleos. Es enterrada. Dolorito sufre otra perdida importante en su vida. Hubiera preferido morir también al sentirse tan solo.
Andrés también se sentía más huérfano de la cuenta.
Después que Lina murió Dolorito seguía insistiendo en cumplir la promesa de su madre y esto provocaba que Andrés le diera unas palizas pero la paliza mayor fue cuando le pregunto por la “piernita” y este le dijo que la había perdido.
Ahora los tres muchachos (Carlos, Rosa y Dolorito)tenían que trabajar para conseguir los alimentos. Carlos hizo cuantas tareas pudo con el propósito de ganarse unos centavos, Rosa se encargada de los quehaceres de la casa con la ayuda de Dolorito, y Dolorito además se ocupaba de las labores del conuco.
SEGUNDA PARTE
Capítulo I
LOS CAMINOS DE LA SOLEDAD
Don Cristóbal Amorós, “don Cristo” llegó al pueblo y el alcalde le dio albergue, pero como pasaba el tiempo y no resolvía irse, comenzó a ser carga, sobre todo porque adquirió fama de no estar en sus cabales. Cristino acordó prestarle el granero par dar clases a los muchachos. Era la viva encarnación de una escuela raquítica, de un presente frustrado. Los vecinos (analfabetos en su mayoría) lo admiraban como a un sabio.
Dolorito se mudo para la
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