RELACIONES HUMANAS : TOLERANCIA O HIPOCRECIA?
Enviado por inirida • 1 de Septiembre de 2012 • 1.347 Palabras (6 Páginas) • 641 Visitas
La tolerancia es la virtud más ausente en los seres humanos por todos los tiempos y por ende en las relaciones humanas. Relacionarnos es el reto más difícil pero ignoramos la importancia de mantener una buena interelación en todos los ámbitos en los que nos desenvolvemos.
Aspectos como egoísmo, egocentrismo, arrogancia, envidia, amargura, son los impedimentos que el ser humano entrega o afronta durante su existencia, que le originan las limitaciones y situaciones adversas, convirtiendo su vida en un mundo de altibajos emocionales, inseguridades, desilusiones, no obstante en algunos momentos de la vida somos conscientes de la necesidad de saber cómo relacionarnos de la mejor forma, muchas veces motivados por intereses particulares o comunes, cuando hacemos parte de un equipo, grupo, etc., y nunca nos tomamos el tiempo para entender qué nos motiva realmente para lograrlo y preguntarnos será la hipocresía ¿? Porque parece ser la solución…… o Será… entender a los demás seres humanos discerniendo que los mueve a comportarse de x o y manera… ¿? “La HIPOCRESIA es la puerta por donde se introducen en nuestra sangre los virus: FALSEDAD, DESLEALTAD; EGOISMO, INFIDELIDAD, MENTIRA entre otros y cierra el riego al corazón produciendo en el cuerpo el anticuerpo contra el AMOR, LA HONRRADEZ Y LA VERDADERA AMISTAD “. RAMVACC
No fue sino hasta que conocí este versículo que pude sensibilizarme con la realidad: Porque nuestra lucha no es contra seres de carne y hueso, sino contra potestades y autoridades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo y también contra los espíritus malignos que habitan regiones celestiales” (Efesios 6:12), sin embargo el primer gran paso fue aplicarlo a mi propia naturaleza concluyendo que si alguien tenía impedimentos para traspasar el mal hábito de las malas relaciones humanas era precisamente YO”
Pues nuestra vida en si en una lucha diaria, y creía que solo era en nuestra vida física atendiendo : trabajo, hijos, responsabilidades, deudas, jamás imaginé que de igual forma la lucha también era espiritual….aseguraría, luego de todo el entendimiento recibido; que desde que entregué mi corazón a Cristo…. que esta lucha es más espiritual qué física porque “para casi todos los creyentes el término “guerra espiritual” introduce una dimensión nueva, pero no necesariamente bien recibida, en su experiencia cristiana. El pensamiento de enfrentar en batalla a los espíritus del mal, es un concepto inquietante, sobre todo porque llegamos a Jesús como ovejas perdidas, y no como guerreros. En definitiva, algunos en verdad nunca podemos iniciar la guerra espiritual, pero todos debemos enfrentar el hecho que el demonio ha comenzado la guerra contra nosotros. Por tanto, es esencial para nuestro bienestar básico que podamos discernir las áreas de nuestra naturaleza que están sin vigilancia y abiertas a los ataques satánicos” (Frangipane francis, Los tres campos de la lucha espiritual,).
Por lo tanto si queremos ser efectivos en la batalla espiritual, debemos discernir nuestro propio corazón; debemos caminar humildemente con nuestro Dios. Por tanto, nuestro primer curso de acción debe seguir siempre el sabio consejo de la Biblia: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7).
Particularmente, puedo aseverar que una de las áreas de mi antigua naturaleza sin vigilancia, totalmente desprotegida era MI MENTE, condicionada por mis sentimientos de ambivalencia, que demarcaban un comportamiento voluble y constantemente me generaban muchas desilusiones y tristezas, lastimando mi CORAZON….guardando resentimientos que con el pasar del tiempo me convirtió en una persona amargada, solitaria, que consideraba las relaciones, el compartir…. totalmente inútil, y decidiendo a la soledad como estado de ánimo ideal, para poder apartarme de todo lo que me lastimaba, que no soportaba, ignorando el daño que hacia a las personas que me amaban, que amaba, que me apreciaban… disfrutaba el hacer sentir a los demás como poco cosa, por venganza de las humillaciones y traiciones que recibí de parte de personas en
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