Resumen La Belleza, Lugar Del Conocimiento Integral De Marko Rupnik

COMENTARIO-RESUMEN SOBRE

LA LECTIO ACADEMICA DE MARKO RUPNIK SJ:

“LA BELLEZA, LUGAR DEL CONOCIMIENTO INTEGRAL”

La lectio comienza echando la mirada hacia atrás en el tiempo, para comprender mejor la historia de Europa y de la Iglesia. Europa es una realidad que se gesta en la confluencia de tres dimensiones principalmente: la dimensión bíblica de la fe judeocristiana, la dimensión intelectual y conceptual del pensamiento griego y la dimensión jurídica organizativa procedente del Derecho romano.

Respecto a la Iglesia, nos habla de la explosión de creatividad que supuso el Concilio de Calcedonia, donde por primera vez, la inteligencia humana, profundizando en Cristo, consigue definir la unión en su persona, de la divinidad y la humanidad, unidad en el amor libre del Hijo, que es verdadero hombre y verdadero Dios.

Esta extraordinaria creatividad también se manifestó en la liturgia y los sacramentos, pero sobre todo, en el sacramento por excelencia. Es por medio de la Iglesia con su liturgia y la acción del Espíritu Santo, como el hombre es incorporado a Cristo. La liturgia y la Iglesia ponen en acto permanentemente esta nueva existencia del hombre, existencia relacional y comunional, que se extiende a lo largo de toda la historia. Llega a decir: “La humanidad vivida por Dios. La humanidad vivida por Cristo, porque ha sido asumida por él.

A continuación pasa a hablar del símbolo, concepto que surge de la liturgia, como unidad de dos mundos, el divino y el creado. La mentalidad cristiana es sacramental, porque dentro de una realidad descubre otra: dentro del pan, la liturgia nos descubre y hace surgir el cuerpo de Cristo. Gracias al símbolo y por medio de él, en una realidad, descubre otra más profunda que se me comunica. Gracias a la Iglesia y su liturgia y la acción del Espíritu Santo recibimos esa vida divino-humana que es acogida en la fe.

Después hace un análisis de las causas de la crisis actual, del progresivo deterioro de la fe. Dios Padre se convierte en Dios a secas, el individuo se convierte en epicentro de todo, y se produce una profunda desconexión entre fe y vida. La fe ya no se entiende como acogida comunional de la vida divina en Cristo. Hace una dura autocrítica cuando dice: “los cristianos se ha hecho odiosos en el mundo, más conocidos por la ley, los preceptos y el moralismo, que por la revelación de Cristo”. El final de la época moderna está caracterizado por un rechazo obsesivo del cristianismo. El mundo nos ha tendido trampas y hemos caído en ellas, como la oposición entre fe y razón. La fe se separa de la vida y la Iglesia se convierte más en una institución que en comunión, la Iglesia ha perdido su belleza y ese es el drama de nuestro tiempo.

Hoy día Europa construye un horizonte para el hombre sin Dios, el espíritu y la cultura aparecen presas de lo racional-filosófico y más tarde de lo científico y jurídico, desterrando cualquier esquema religioso. Sin

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