Seguridad De La Salvación

Durante el porfiriato se incrementó mucho el trabajo en las minas y a principios del siglo pasado se inició la explotación del petróleo por poderosos monopolios de Inglaterra y Estados Unidos. De la misma manera, la industria textil estaba en manos de españoles y franceses, y las condiciones de trabajo eran inhumanas y los salario ínfimos. Las industrias de transformación, la banca y el comercio importante estaban casi por completo en manos extranjeras y los mexicanos sólo tenían parte del comercio mediano y el más pequeño.

El crecimiento demográfico de nuestro país estuvo ligado al desarrollo económico que trajo la Revolución. En 1910, México tenía 15.1 millones de habitantes en total y una fuerzo de trabajo de 5.3 millones. Cincuenta años después tenía cerca de 43 millones de habitantes y 13.5 millones de fuerza de trabajo. En cincuenta años el producto nacional bruto en términos reales creció 7 veces. El origen de ese crecimiento se explica por el progreso de la industrialización, ya que el valor agregado por el sector industrial creció hasta ser trece veces mayor que en 1910.

En el Centenario del inicio de la Revolución Mexicana, aseguro que durante los años que gobernó Porfirio Díaz no hubo beneficios para el pueblo, sí en cambio muchos beneficios para el capitalismo extranjero en los ferrocarriles, en la minería, en la industria textil, con el petróleo y con las compañías deslindadoras... ¡miles de hectáreas, casi gratis!

Don Luis Cabrera señaló que las causas económicas y sociales de la Revolución Mexicana fueron el hacendismo, el peonismo, el caciquismo, el fabriquismo, el cientificismo y el extranjerismo. A partir del primer lustro del siglo pasado, empezó la decadencia de la dictadura como resultado de factores sociales, económicos y políticos. A pesar de la paralización de las actividades económicas, la violencia y muertes habidas por la Revolución, México sufrió un cambio radical y positivo en sus estructuras. Dos décadas después, Lázaro Cárdenas reivindicó para la patria los bienes de las compañías petroleras extranjeras. El pueblo dio así, un paso decisivo en su lucha por la independencia económica. Luego vino la nacionalización de la industria eléctrica y la mexicanización de la minería. Cabe señalar que, en 1915, Carranza modificó la fracción X del artículo 72 de la Constitución para legislar en toda la República sobre minería, comercio e instituciones de crédito y trabajo poniéndose así las bases de un vigoroso sistema federal en materia de política económica.

La Revolución Mexicana fue una lucha del pueblo para conquistar el derecho de elegir a sus gobernantes, pero fundamentalmente para obtener más libertades, igualdad de oportunidades para estudiar y trabajar y justicia para todos.

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