Sobre El Tema Del Mal
Enviado por tamara.saldivia • 4 de Septiembre de 2014 • 610 Palabras (3 Páginas) • 251 Visitas
Sobre el Tema del Mal
Existen diversas perspectivas respecto al tema del mal y una de ellas es la cristiana. Los capítulos ocho y nueve del libro Creer (2000), de Bernard Sesboüé, abordan dicha perspectiva. En este ensayo se dará cuenta de las afirmaciones fundamentales presentes en los capítulos mencionados.
La primera afirmación de Sesboüé respecto del mal remite a su naturaleza oscura que no nos permite comprenderlo a cabalidad. El autor dice que “El mal es oscuro en sí mismo. Es incomprensible. […] Cuando nos preguntamos sobre el mal, en realidad no sabemos lo que nos estamos preguntando” (204). A pesar, de la oscuridad del mal que nos impide comprenderlo, el autor agrega que “algo se puede decir acerca del mal” (204).
Una segunda afirmación fundamental respecto del mal remite a sus diferentes formas: mal inocente y mal culpable. El mal inocente es aquel independiente de la naturaleza humana, mientras que el mal culpable es aquel en el cual el hombre tiene gran parte de responsabilidad (Sesboüé, 204). Un ejemplo del mal inocente es el hombre en medio de los desastres naturales, el cual despierta preguntas como ¿por qué Dios permite el sufrimiento de los inocentes? Ante tales preguntas, Sesboüé nos dice que hay una muerte biológica y una muerte humana (207), y generalmente nos centramos en el sufrimiento que conlleva la muerte biológica de los inocentes y olvidamos los hechos posteriores a la muerte humana de ellos. Un ejemplo del mal culpable es el genocidio de miles de personas producto de las guerras, las cuales fueron provocadas por los hombres. A pesar de la evidente culpabilidad de los hombres, surge la pregunta “Si Dios existe, ¿cómo puede permitir eso?” (209). Al respecto se puede decir que “Dios…ha renunciado a su omnipotencia para permitirle al hombre una existencia verdaderamente libre” (211).
Si bien el mal culpable implica un pecado individual, Sesboüé afirma que existe un mal que va más allá del pecado individual y se transforma en colectivo, el cual se puede contrastar con el impulso del mal. Esto sucede cuando las injusticias sociales se encuentran arraigadas en la estructura de las instituciones, y son transmitidas por los individuos. En contraste, los impulsos del mal que nos llevan al pecado, suponen un conocimiento de lo que está bien pero que no es seguido en la práctica (214).
Los ejemplos aquí planteados denotan el exceso del mal y despiertan la pregunta ¿por qué es malo el hombre? Sesboüé afirma que “Nadie ha inventado el mal, nadie lo inicia, pero todo el mundo lo reanuda” (234), es decir, nadie puede escapar del pecado porque este es universal. Esta universalidad del pecado es llamada “pecado original” y, para entenderla, debemos remontarnos al génesis: “el pecado de Adán es la expresión plástica y simbólica de un acontecimiento misterioso de libertad por el que la humanidad rechaza el don de
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