Taller ética Y Valores
Enviado por • 10 de Junio de 2014 • 670 Palabras (3 Páginas) • 667 Visitas
TALLER DE ETICA Y VALORES
TEMA: El amor, sacrifico, respeto y unidad familiar
INDICADOR DE LOGRO: Reconozca el valor del amor la comprensión, el respeto y sacrificio como eje fundamental en la unidad familiar
LECTURA: “MI HERMANITO FELIX… ME SIENTO MUY ORGULLOSO DE EL”
He ido a buscar a mi hermanito Félix al colegio de los mongólicos. Cuando no puede ir mamá, me toca ir. Pero lo hago con gusto. Quiero mucho a mi hermanito Félix precisamente por ser mongólico.
Al principio yo no lo quería. Me parecía estúpido. Alguna vez me sorprendí pensando: ¿Por qué no se morirá? Sería más feliz en el cielo que viviendo en este mundo.
Hoy ya no pienso así. A medida que Félix iba creciendo, yo descubría en él su capacidad de reaccionar al amor. Cuando le daba un beso, se sonreía. Cuando me arrodillaba en el suelo y lo montaba sobre mi espalda, como si fuera a caballo, lo veía reírse divertido.
Poco a poco lo fui queriendo más que a mis otros hermanos normales. Y cuando yo llegaba del Liceo, Félix corría abrazarme. Y yo le hacía cosquillas, o le contaba algún cuento infantil, No estoy seguro de que entendiera la trama de caperucita y el lobo feroz, pero escuchaba atento, con sus grandes ojos fijos en mí.
Alguna noche me sentaba al lado de mi papá y le preguntaba por Félix. “Un hijo es siempre una bendición de Dios, aunque haya nacido disminuido psíquicamente. Al notar los primeros síntomas de su anomalía, me preocupé mucho. Tu mamá estaba muy afectada. Comenzaron las consultas médicas. Y nos tranquilizaron: “Félix tiene un organismo sano y podrá vivir bien si se le rodea de cariño y atenciones”. Y es lo que hemos hecho tu mamá y yo, y ustedes también. Doy gracias a Dios de lo bien que aceptaron ustedes a su hermanito y cómo ayudan a educarlo en familia.”.
Otro día también hablé con mamá. Ella dijo:”Cuando supe que era mongólico, creí morirme. ¿Por qué Dios me castigaba así? El P. Fulgencio me habló mucho con claridad: “Usted tiene una gran capacidad para amar, y por eso Dios le confió ese niño que vuelque sobre él todo su afecto materno. No es un castigo, es una responsabilidad y una prueba de confianza en usted. Ame mucho a ese niño: esa es la tarea de su vida”. Por eso decidí ponerle Félix significa “Feliz” y es lo que me he propuesto a mi misma; hacerle feliz dentro de sus posibilidades”.
Yo doy gracias a Dios por haberme dado unos padres tan cristianos. Yo soy el hijo mayor, tengo 16 años: después vino Blanca, de 14 años; Fernando tiene 12 años y Félix cumplirá en agosto 8 años. Yo al que más quiero es a Félix, y me da la impresión de que también yo soy su preferido entre los demás hermanos.
Algunos días lo llevo a pasear, y me siento la persona más importante con i hermanito. Recuerdo que en los primeros tiempos a me daba
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