Tengan Amor A Toda La Asociación De Hermanos.
Enviado por yeux • 6 de Febrero de 2013 • 1.813 Palabras (8 Páginas) • 495 Visitas
“Tengan amor
a toda la Asociación
de Hermanos.”
(1 Pedro 2:17.)
Estas palabras se escribieron hace casi dos mil años, pero hoy necesitamos escucharlas más que nunca.
¿Cómo es posible amar algo tan inmenso como una hermandad mundial? Y, en este mundo falto de cariño, ¿cómo asegurarnos de que nunca se desvanezca nuestro amor?
Toda nuestra
Asociación
De Hermanos
1) Oficialmente, ¿cuando llegamos a ser parte de nuestra hermandad cristiana?
Cuando nos bautizamos, llegamos a formar parte de esta hermandad. Nuestro corazón rebosaba de alegría. Pero, con el paso de los años, es muy fácil olvidar por qué la amamos.
2) ¿En qué tres actividades participa nuestra hermandad mundial?
Hagamos memoria. Repasemos tres cosas que está haciendo nuestra hermandad:
Se mantiene ocupada en la obra de predicar.
Socorre a los necesitados.
Se reúne para adorar a Jehová Dios.
3) ¿Como demuestran nuestros hermanos que están resueltos a predicar
En primer lugar, encontramos a la hermandad predicando las buenas nuevas del Reino de Dios donde quiera que vayamos.
Jessie se está preparando para salir al ministerio del campo.
-¿Lo llevas todo?
-Creo que sí, lo tengo todo y estoy listo para marchar.
-Bueno, toma el café.
Pero, ¿para qué necesita todo ese equipaje?
a) en las zonas remotas de Alaska,
Anchorage (Alaska) - Imagen
Vive en Alaska, una basta región de más de dos veces el tamaño de Francia. Mucha gente habita en zonas tan remotas que solo hay un modo de llegar a ellas: en avión.
-No hay carreteras en el 50% del territorio. Está apartado de la civilización. Ni siquiera hay caminos. Pero hay unos 200 pueblos habitados por esquimales, indios norteamericanos, atapascos, simsiams y tribus de tlingits. Es probable que vivan alrededor de 70.000 personas diseminadas por esas zonas. (Gerry Ronco – Comité de Sucursal)
-Voy a enseñártelo en el mapa.
-Mhm.
Los hermanos eligen bien los pueblos que desean visitar, ponen a punto el avión y reclutan pilotos y publicadores para realizar un viaje de dos, tres o cuatro días.
-Soy piloto profesional, así es como me gano la vida, por lo que el vuelo es, hasta cierto punto, emocionante. Aunque, al mismo tiempo solo es un trabajo. Lo que de verdad me gusta es el ministerio, llevar la verdad a personas de lugares tan distantes.
-Sobrevuelas espacios desiertos donde no se ve ni un alma y, te preguntas: “¿cómo será el pueblo al que te diriges?”. Reina la expectación. ¿Qué sucederá cuando aterricemos?
-Los lugareños suelen desconfiar de los hombres vestidos formalmente de traje y corbata, por lo que los hermanos hacen una excepción y llevan ropa informal durante estas visitas.
-Antes de nada, tienen que conocerte. Quieren saber qué haces allí. Una vez que comprenden que el motivo de tu viaje es llevarles un mensaje de la Biblia, empiezan a abrirse.
-Intentamos enseñarles algunas verdades bíblicas básicas como las del Salmo 83:18 o Juan 17:3. Les dejamos la dirección y el número de teléfono y los animamos a que nos llamen o escriban a fin de estudiar con ellos.
Por supuesto, este tipo de predicación también presenta desafíos: condiciones insalubres, enjambres de mosquitos o cosas aun peores.
-Casi todos los amos de casa nos dijeron: “¡Cuidado con los osos!”. Porque había osos por allí aquella mañana y la verdad, hay que tener cuidado con ellos. (Gerry Ronco – Comité de Sucursal)
Dificultades como éstas, solo unen más a los hermanos.
-Se forja un vínculo entre los hermanos, es una experiencia muy edificante.
-Lo hemos ido cubriendo poco a poco. Ahora podemos decir que se han predicado las buenas nuevas por todo el territorio, al menos una vez, y, en algunos lugares dos veces. Incluso hay sitios a los que ya hemos ido en tres ocasiones.
-La obra que efectuamos en estos parajes, me recuerda que estamos cumpliendo la profecía bíblica de Mateo 24:14, al difundir las buenas nuevas en toda la tierra habitada. Eso es lo que hacemos aquí. Estas son zonas remotas, y la Sociedad se asegura de que se predique en ellas.
b) en los inmensos puertos de Europa
Amberes (Bélgica) - Imagen
En esta moderna ciudad europea, como en muchas otras, nuestra hermandad se encuentra, con personas en su mayoría apáticas al mensaje bíblico.
No obstante, hay una congregación, cuyo territorio de predicación es totalmente distinto: el inmenso puerto de Amberes.
Los hermanos legan a los muelles antes de que los buques permitan las subidas a bordo y aprovechan el tiempo predicando a los camioneros que vienen de muchos países para entregar o recoger mercancías. Después suben a los barcos.
-Recuerdo que estaba emocionada, pero también asustada, porque no sabía lo que iba a pasar. No sabía cómo se predicaba en un barco.
Los Testigos cuentan con encontrarse gente de todas las razas y que hable casi cualquier idioma.
-A veces hay diez nacionalidades a bordo, ¿se lo imagina?¡Diez nacionalidades!
Los marineros de países distantes o poco conocidos, a menudo se sorprenden de ver publicaciones en su idioma. Los Testigos hallan a bordo de los barcos a personas muy receptivas.
-Piensan que solo Dios puede protegerlos de las fuerzas
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