Teologia Moral

La Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II Evangelium Vitae, hace referencia también a este acto y lo considera de la siguiente manera: “la eutanasia es una grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de la persona humana. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal. Semejante práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio o del homicidio”. La encíclica se refiere a que este acto como un signo de evasión al amor de Dios.

Ciertamente muchos enfermos siente graves dolores físicos, sin embargo los médicos y conocedores de la ciencia deben acudir a los mejores métodos para lograr la salud o el bienestar, tratar de hacer menos doloroso el sufrimiento; recordando que los que atienden a los enfermos tienen que prestar sus servicios con toda diligencia y suministrarle los remedios necesario y útiles.

Para dejar más claro el sentido y la respuesta a la pregunta, también Evangelium Vitae dice: “Compartir la intención suicida de otro y ayudarle a realizarla mediante el llamado “suicidio asistido” significa hacerse colaborador, y algunas veces autor en primera persona, de una injusticia que nunca tiene justificación, ni siquiera cuando es solicitada.”

La Iglesia es muy clara en las Escrituras, la Tradición y el Magisterio: “Dios es Señor y Dador de vida.” Y así como la da, también la retira en su momento y a su debido tiempo. “Por la mañana es tiempo de vivir, por la noche tiempo de morir y resucitar”.

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