Un cambio de residencia

Me encentró en la coyuntura de tener que cambiar de residencia una situación dirían muy difícil, estresante que pueda resultar un cambio de residencia dirían otros para un adulto ahora, la experiencia para un niño, que en este caso son mis hijos.

Tomar la decisión de cambiar de residencia

Mis hijos se sienten más a gusto en un entorno conocido y predecible, caracterizado por la rutina y la familiaridad. Me estoy, planteando la posibilidad de cambiar de residencia, sopese las ventajas de ese cambio con la necesidad que tienen mis hijos de un entorno, una escuela y una vida social conocidos y a los que están acostumbrados.

“En mi vida familiar se ha experimentado recientemente un cambio importante como el facellecimiento de mi esposa probablemente, pensé que sería mejor posponer el cambio de residencia para que mis hijos tengan tiempo para adaptarse a la nueva situación familiar”.

Es posible que la decisión de cambiar de residencia no esté en mis manos, al obedecer solo a motivos laborales o financieros. En lo personal me da mucha ilusión el traslado, intentó mantenerme con una actitud lo más positiva posible delante de mis hijos. A los niños les afectan enormemente las actitudes y estados de ánimo de su padre en los momentos de cambio y transición, necesito trasmitirles un mensaje de tranquilidad y seguridad.

Francamente grgrgrgrgrg me da miedo en el interior pero cuáles sean sus mis circunstancias concretas, la mejor forma de preparar a mis hijos para el cambio de residencia es hablarles sobre ello pronto y a menudo es lo que estoy considerando desde que esto ocurriría.

Durante tres semanas les di a mis hijos suficiente información sobre el cambio de residencia con tanta anticipación y respondí a todas las preguntas que le con la máxima sinceridad posible y receptivo a su comportamiento, sean positivas o negativas. Aunque yo se que la mudanza represente una clara mejora en la situación familiar, es posible que mis hijos no lo vea tan claro, y que, en vez de ver las ventajas que entraña el cambio, se centre en los aspectos negativos y en lo mucho que le impone el cambio.

Así que decidí que mis hijos participen en el proceso de planificación y de toma de decisiones en la medida de lo posible realmente tenia tres semanas solamente. Los involucre de colaborar en el proceso de buscar una nueva casa o un nuevo colegio; probablemente así sentirán que tiene voz y voto en la familia, en vez de vivir el traslado como algo obligatorio

La distancia representa algo importante, lo que les di a mis hijos la máxima información posible sobre la nueva casa, la ciudad y el estado o adonde vamos a mudarnos. Otra de las ventajas que afortunadamente es que son vacaciones y Dios es grande.

Este proceso de toma la decisión de las más difíciles que he tenido que dar solución: De cambiar de residencia en solo tres semanas.

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