Unidad Espiritual

UNIDAD ESPIRITUAL

En el año de 1832 al inicio de la obra de salvación el Señor dijo por medio de su profeta: “He aquí, apresurare mi obra en su tiempo” DyC 88:73.

El profeta Russel M. Nelson dijo: “Con el objetivo de aumentar nuestra capacidad y habilidad de hacer avanzar la obra”.

Después de la creación el Señor dijo: “Porque, he aquí, esta es mi obra y mi gloria: llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” Moisés 1:39

Este propósito se logra con la obra de salvación la cual incluye: la obra misional, la retención, la activación, obra del templo e historia familiar y enseñanza del evangelio.

El señor espera que nosotros participemos plenamente en esta obra con nuestros dones y talentos.

Para participar plenamente en la obra de salvación debemos primeramente nosotros seguir el sendero de convenios (el bautismo, la confirmación y los convenios del templo) y después ayudar a otros a hacer lo mismo, por lo cual nos salvamos en el reino de Dios cuando procuramos nuestra salvación y ayudamos a los demás a hacer lo mismo, solo de esa manera.

Pero…

¿Qué hace satanás para para que no cumplamos plenamente con la obra de salvación?

Veamos lo que enseñó el profeta Nefi lo que sucedería en los últimos días:

“Porque he aquí, en aquel día el enfurecerá los corazones de los hijos de los hombres y los agitara a la ira contra lo que es bueno.”

“Y a otros los pacificara y los adormecerá con seguridad carnal, de modo que dirán: todo va bien en Sion; si,

Sion prospera, todo va bien. Y así engaña sus almas, y los conduce astutamente al infierno” 2 Nefi 28: 20 – 21

Primero, Satanás tratara de convencernos de revelarnos contra el mediante el pecado y la desobediencia:

ejemplos…

Segundo, si lo anterior no funciona Satanás probara otra táctica más sutil la complacencia y el adormecimiento espiritual con el propósito de quedarnos estancados. Sino puede hacernos pecar hará lo posible para convertirnos en observadores.

¿Cómo lo logra?

1. Anestesiando nuestra mente tratando de separarnos de las escrituras, la oración, de asistir frecuentemente a la iglesia, de la caridad, de la bondad, de la honestidad.

1. Cuando menos lo esperamos empezamos a cometer pecados de omisión (sabiendo hacer lo bueno y no lo hace) en cuanto a la obra de salvación: pensamos que no es nuestra responsabilidad la obra misional sino de los misioneros, cuando pensamos que cada persona que se aleja de la iglesia tiene su albedrio y no podemos hacer nada, cuando dejamos de estar anhelosamente consagrados a nuestros llamamientos.

1. Cuando hemos estado demasiado tiempo atrapado en esta trampa es cuando “dejamos de sentir”

1. Cuando dejamos de sentir entonces ocurre una fractura en la “Unidad espiritual” que como iglesia debe de haber para que la obra avance como el Señor espera y desea. La obra de salvación se detiene en su progreso y nosotros dejamos de progresar.

1. Es en punto es cuando empezamos a justificarnos de porque no hacemos lo que deberíamos hacer, empezamos a buscarnos defectos los unos de los otros, a criticarnos, empiezan a ver resentimiento entonces la unidad que debería haber deja de existir.

¿Qué podemos hacer para no caer en el engaño de satanás y si caímos cómo salir?

Citare dos ejemplos:

1. Alma es enviado a predicar a un pueblo que se había revelado contra todo lo bueno, fue solo y fue rechazado por todas las personas, se le mando volver pero antes de ello tenía que solicitar la ayuda de un hombre llamado Amulek, ¿Quién era Amulek? Era un miembro de la iglesia pero que había sido engañado por satanás y había caído en la complacencia y el adormecimiento espiritual él dijo:

“Sin embargo, endurecí mi corazón, porque fui llamado muchas veces, y no quise oír; de modo que sabía concerniente a estas cosas, mas no quería saber; por lo tanto, seguí rebelándome contra Dios, en la iniquidad de mi corazón, hasta el cuarto día de este séptimo mes, en el décimo año del gobierno de los jueces”. Alma 10:6

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