LITERATURA DIGITAL, UN MUNDO DESCONOCIDO

LITERATURA DIGITAL, UN MUNDO DESCONOCIDO

Leer a través de una pantalla y aprender a usar las TIC en beneficio del desarrollo del conocimiento, nos permite como personas alcanzar nuestras metas estratégicamente, si lo hacemos con los medios adecuados; el internet nos permite tener acceso ilimitado a contenidos sin filtro y esto puede ser no tan beneficioso al momento de documentarnos y aprender, ya que lo que se busca es información verídica y comprobable,  por eso debemos  tener cuidado con famosos portales wiki (comunidad donde los mismos usuarios crean, modifican, corrigen o eliminan contenidos) que tienden a desinformar o confundir a los navegadores de internet, es importante trabajar en habilidades que nos permitan ser selectivos en las páginas, blogs o portales que visitamos, esto lo logramos estudiando sobre cómo hacer búsquedas efectivas de información en la web de acuerdo con los parámetros personales de consulta, un tip que recomiendo aplicar a los internautas frecuentes de la web, se trata de sacar provecho del mundo cibernético y no ser consumidores de lo primero que nos vende.

Siendo la lectura digital una práctica propia del siglo XXI, nos lleva a pensar en la evolución que ha tenido la lectura misma a lo largo del tiempo, pues aunque es cierto que actualmente hay mayor gusto por la lectura, independiente del medio que se use para hacerlo, debemos capacitar a los usuarios a ser selectivos con lo que leen, sin embargo es un gran punto que se le anota a la invasión de la tecnología en nuestro diario vivir, pues ha sido una ardua tarea que muchos maestros de primaria han tratado por décadas de infundir en los estudiantes.

Por otro lado, se le suma a la revolución del mundo digital, la aparición de redes sociales, un término con el cual la generación de los millennials (nativos digitales) nos familiarizamos ampliamente, pues su principal función es permitir la  interacción virtual con muchas personas del mundo en tiempo real y simultáneamente, dándonos la opción de observar imágenes o leer cada publicación realizada por los usuarios que estén en nuestras listas de contactos, autorizándonos para reaccionar y comentar sin límite, acompañado de esto nos vemos sobrecargados de información publicitaria inmersa entre publicación y publicación; sin embargo, a mi manera de ver, una de las más grandes desventajas de las redes sociales, a aparte de llevar a la desaparición el concepto de privacidad e intimidad, es que cada vez más deciden que leemos, y me permite dejar abierta la pregunta de si, ¿leer en las redes sociales en realidad es leer?.

Analizando este principio, aparecen personas con intereses muy bien estructurados quienes valiéndose de lograr hacer filtros adecuados en la búsqueda de información y con anhelo de compartir e iniciar debates enriquecedores sobre un tema específico, vieron la necesidad de crear comunidades cibernéticas intelectuales, enfocadas en asuntos  académicos, dieron inicio a las redes sociales temáticas, que están enfocadas en cultura, ciencia o literatura; su propósito es formar comunidades colaborativas con los mismos usuarios, pero aplicando normas comunitarias mas exigentes y selectivas a la hora de permitir comentarios y respuestas en debates, la calidad de los aportes es el principal activo, gran diferencia con los portales wiki.

Según Otis Chandler, cofundador de la red social Goodreads, (red social de literatura), “el conocimiento es poder y el poder se comparte mejor entre los lectores”, nos permite entender mejor la filosofía de creación de estas redes sociales especializadas, y podemos comprender por qué este tipo de comunidades sigue teniendo gran aceptación en el mundo actual, ya que además de lo dicho, rescata de alguna manera la lectura consciente.

Con el desarrollo de habilidades informáticas y la accesibilidad que ofrecen los aparatos electrónicos, sumado a esto, la venta masiva de pantallas táctiles, computadores portátiles, tablets, entre otros, se creó en los lectores gutenberianos colombianos, una sensación de angustia al pensar que los libros podrían desaparecer y fueran reemplazados por los electrónicos, sin embargo, fue un análisis exagerado y apresurado, convirtiéndose solo en un rumor generado por los creadores de contenido, que pretendían atrapar un público en crecimiento, esto sin duda impresionó a muchas personas que se dejaron llevar por la moda de lectura digital, y a la vez trajo consigo una noticia que emocionó a los expertos en análisis estadísticos sobre el crecimiento de lectores en Colombia, según Enrique Gonzáles Villa, Presidente Ejecutivo de la Cámara Colombiana del libro, en entrevista con Tatiana Arango del diario La República el 4 de abril de 2019, dijo: “Cuando iniciamos la Filbo en 1988, el índice de lectura era medio libro por habitante al año. Hoy, en la última encuesta, subió a 2,7 libros por habitante al año”; considero que el hecho de tener pantallas, resoluciones y ajustes personalizados incrementó la cantidad de lectores colombianos.

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