Alternancia en el poder en Mexico

Ines Ontiveros/RI/Mex en el sistema Internacional

ALTERNANCIA EN EL PODER EN MEXICO

Hablar de una alternancia en el poder, es decir, un cambio de gobierno, donde tal vez después de seis años ya es hora de entregar la antorcha que año tras año se va extinguiendo de la mano del presidente de la República para que el nuevo presidente electo por los mexicanos encienda una nueva esperanza para hacer el cambio y tomar el rumbo de México.

Exclamar en estos momentos sobre una alternancia en el país mexicano es algo prematuro; hay mucho qué esperar ya que el cambio oficial de la banda presidencial aún no se consuma como tal, pero, podemos hablar de años atrás donde la democracia era apenas una fantasía, que después de casi 71 años en el poder estaba regido por una sola secta, perdón, partido político, el PRI.

Tiempo después el sufragio elige al PAN, para permanecer 12 años en el poder, el resultado: un gobierno de violencia, desigualdad y terquedad, y es por eso que los mexicanos vuelven a elegir al partido tricolor. Es momento de hablar sobre Enrique Peña Nieto, que aun no se instala formalmente en los Pinos pero empieza a mover sus fichas con rapidez y con una estrategia política y de mercadotecnia espectacular. hace días se reunió con la presidenta argentina Cristina Fernández entra otros presidentes latinoamericanos donde busca hacer presencia y alcanzar un liderazgo en América Latina atacando la crisis económica mundial. por otra parte, ya se empieza a conocer los detalles de la Comisión Anticorrupción y esto da a expertos una mala espina, ya que todo esto será manejado (y manipulado) por comisionados de Pena Nieto. Entre otros aspectos negativos es, que si el presidente electo nombra a su propia gente de confianza ¿en dónde está la autonomía? El verdadero trasfondo sería controlar al organismo e influir en los procesos de transparencia.

En esta próxima alternancia hay que buscar mecanismos que permitan que el nombramiento de los comisionados no esté en manos de una sola persona. Hay puntos malos que extinguen toda nuestra fe para creer en un México más próspero pero a su vez puntos a favor para “confiar” en el presidente electo. Sólo nos queda esperar y que la antorcha, como lo mencionaba al inicio, se vuelva a encender y empezar un nuevo ciclo o bien, que esta misma llama siga ardiendo para que en su defecto siga consumiendo todo lo que tenga alrededor.

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