BIOCONSTRUCCIONES EN MEXICO
Enviado por MACC2013 • 29 de Septiembre de 2013 • 1.449 Palabras (6 Páginas) • 305 Visitas
BIOCONSTRUCCIONES EN MEXICO
El cobijo es algo que todos necesitamos, casi tan imprescindible como la comida o el vestido.
Es en esencia nuestra segunda piel, y su historia es tan vieja como la humanidad.
Ha transitado desde la cueva al rascacielos y en ese peregrinaje, ha pasado de ser confortable, adecuado al clima, hecho con los materiales que estaban a la mano y construido por los usuarios de manera intuitiva, igual que hacen todos los animales del planeta, a ser algo ajeno a las habilidades del homo ciberneticus, no tiene nada que ver con la intuición, y en la mayoría de los casos poco o nada tiene que ver con el confort y el ecosistema local.
Este cambio de forma de construir ha generado una importante huella ecológica contribuyendo de manera significativa a la contaminación ambiental y al consecuente cambio climático y demás calamidades planetarias.
Construir una casa con técnicas convencionales basadas en el uso del cemento y el acero, significa, por ejemplo, que por cada tonelada de cemento se emitan a la atmósfera 478 kgs de dióxido de carbono mismos que necesitarían 1/4 de hectárea de árboles adultos para poder ser capturados. Considerando que una casa de tamaño medio usa más de 20 toneladas de cemento, se necesitaría por cada una de ellas 5 hectáreas de bosque para poder contrarrestar solo los efectos de la contaminación causada por el dióxido de carbono, sin contar todas las demás consecuencias de su fabricación como la generación de dioxinas (compuentos organicos persistentes, cancerígenos, bioacumulables, incoloros, inodoros, disruptores hormonales y altamente toxicos) que igualmente generan la fabricación de acero, pvc, viniles entre otros. Esto significa que para que este planeta sobreviva, necesitamos más bosques que casas.
La lista de contaminantes emitidos por concepto de construcción convencional se hace interminable: plomo en pinturas, tóxicos volátiles en solventes, pegamentos, plásticos, y lo más importante un enorme consumo de combustibles fósiles tanto en la fabricación de la casa como en su operación y su consecuente emisión de toxicos al aire, agua y suelo.
Cuando escuchamos estadísticas como la que nos indica que en México el 70% del cemento lo consume la "contructora pueblo", es decir la gente común como usted y como yo, crece la esperanza de poder cambiar el paradigma en la construcción de casas y es justo aquí donde la propuesta de la bioconstrucción tiene sentido.
La bioconstrucción, la construcción natural o ecológica, comparte con la medicina natural o la agricultura orgánica, una manera de entender la vida desde la conciencia de nuestra reponsabilidad ambiental; "somos lo que habitamos" y la propuesta es construir un cobijo saludable sin destruir el entorno.
En permacultura la vemos aplicada en la zona cero donde se enriquece con el resto de las zonas, y comparte con el diseño permacultural diversas herramientas, siendo una de las más valiosas la observación de los ciclos naturales, del movimiento del sol, de la dirección del viento, del tipo de suelo, de la vegetación nativa, en fin de todo aquello que nos sirva para poder decidir mejor la orientación, la selección de materiales, la vegetación circundante y hasta la forma que le daremos. Los elementos naturales y el ecosistema local definen el diseño de la casa.
La bioconstrucción nos invita a utilizar materiales locales tanto por ser los más adecuados al clima como por el ahorro de combustibles al no tener que transformarlos y transportarlos grandes distancias, nos permite recuperar habilidades dormidas y tener acceso a conocimientos que creiamos exclusivos de los “expertos”, digamos que democratiza el proceso constructivo.
Las técnicas constructivas que emplea la bioconstrucción son aquellas que nos permitan tener una casa saludable, hermosa, confortable y duradera.
La elección de las técnicas es muy importante ya que tenemos que tomar en cuenta la disponibilidad de los materiales y los efectos bioclimáticos que queramos lograr.
Las casas vernáculas son bibliotecas vivas en donde podemos documentarnos acerca de las técnicas que han sobrevivido a los años, además de descubrir los secretos de adecuación al clima.
Así, por ejemplo, mientras los muros de tierra (adobe, cob, tapia, etc.) son una termomasa, es decir que acumulan calor y luego lo liberan, las pacas de paja son un excelente aislante que guardará el calor o el frio que el las ventanas o puertas le proporcionen.
Aislar perfectamente los techos es indispensable para aprovechar mejor las cualidades de los muros, hay muchas formas de lograrlo,
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