CASO DIRECCIÓN ESTRATÉGICA-COMPACT DISC INTERACTIVE

2. ¿Cómo Sony y Philips han definido su innovación?

La innovación del CD en sentido amplio implica una mejora en la calidad de vida de los consumidores a través de la consecución de un almacenaje de datos exponencialmente mayor con respecto a la generación tecnológica anterior (vinilos, casetes y diskettes blandos). El empleo de este nuevo instrumento, de más seguridad, no supuso una mayor necesidad de conocimiento tecnológico para los usuarios.

3. ¿Por qué razón Sony y Philips no lanzan el CD-I a principios de los años 80?

A pesar de que el CD-I se desarrolla a principios de los años 80, las compañías Sony y Philips no decidieron sacarlo al mercado hasta pasados diez años. El producto no estaba en condiciones de comercializarse ya que intentar vender lo que en realidad era una máquina de videojuegos como si se tratase de un centro multimedia resultaba inviable.

La finalidad de estas empresas con el CD-I era que sustituyese al CD-ROM. A principios de los años 80 el CD-ROM era un producto relativamente nuevo, con obstáculos a superar antes de que se convirtiera en un éxito de mercado, como la falta de un formato de archivar estándar o la definición de un mercado. Esto hace lógica la posposición del lanzamiento de dicho producto hasta que las empresas desarrollasen las políticas de diversificación necesarias.

4. ¿Qué otra definición de innovación se hubiese podido proponer?

La innovación del CD-I se podría definir como la mejora sustancial de los productos existentes en el mercado que le permitía a los usuarios disponer de una unidad autosuficiente que incorporase una mezcla de foto fija de vídeo, audio y texto.

5. ¿Qué otras implicaciones estratégicas son inherentes a cada definición de la innovación?

Las empresas deberían haber definido la innovación del CD-I en función de los productos ya existentes en el mercado, integrando este último en una política de diversificación y ventas eficiente para la compañía. Por ejemplo, los aparatos de reproducción del CD-ROM no permitían la lecturas de los CD-I. Quizá una de las consecuencias de su falta de éxito, fue la idea que dieron al consumidor de innovación radical, con los costes asociados a esta, cuando, por las especificaciones técnicas estudiadas, sería únicamente una mejora incremental.

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