Caso: supermercado del futuro

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CASO: SUPERMERCADO DEL FUTURO

Caroll Francesconi R.

2021

SUPERMERCADO DEL FUTURO

Te has puesto a pensar ¿cómo se vería un supermercado en el futuro? ¿Cuáles serían las diferencias con los que actualmente tenemos? Esto es posible verlo hoy.

En Italia, uno de los supermercados más reconocidos, está implementando tecnología que permite que los clientes puedan responder todas sus consultas sobre sus compras.

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El "supermercado del futuro" de Coop Italia, diseñado por Carlo Ratti, ha ganado aplausos dentro y fuera del país, gracias a su diseño digital que creó una experiencia de compra más humana utilizando tecnología de punta. Se reemplazan las típicas filas de estantes donde se exponen los productos para dar paso a un diseño que incluye pantallas inclinadas de fácil acceso y pantallas informativas a la altura de los clientes. Junto a ello, se suman los sensores de movimiento que detectan qué producto está apuntando o mirando un comprador, activando pantallas visuales de información como ingredientes, alérgenos, el origen o procesamiento de los alimentos, su huella de carbono e incluso recomendaciones de utilización. Estos detalles son bien valorados, sobre todo por aquellos compradores jóvenes que ven la tecnología como un pilar fundamental. Coop Italia espera que el concepto los ayude a crecer en un mercado cada vez más competitivo, donde las tiendas físicas han sufrido grandes dificultades para interactuar con los compradores.

El sistema proporciona información actualizada instantáneamente sobre el inventario de estantes, lo que permite a Coop Italia mantener los productos en un almacén, en lugar de los estantes, hasta que los artículos necesitan reponerse. Este diseño libera un valioso espacio en la tienda para aprovechar al máximo los pasillos y exhibidores de alimentos rediseñados del famoso arquitecto Carlo Ratti. También muestra en tiempo real cuáles son los artículos más populares y brinda información sobre cómo los compradores toman decisiones y se mueven por la tienda.

Similar a la primera tienda física de Amazon Go en Seattle, el supermercado del futuro es gratuito, con compras escaneadas en teléfonos inteligentes. Los sensores de movimiento y la realidad aumentada detectan los movimientos de un cliente y se adaptan en consecuencia a ello. Cuando un cliente se mueve hacia un producto, la información se desplaza a través de una pantalla, detallando todo, desde cómo se llama el producto alimenticio, hasta la ubicación del campo en el que creció y en qué recetas podría incluirse. Lo que se busca, en definitiva, es acercar al cliente con el proveedor de origen de cada producto, con ello consultar los detalles de elaboración.

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