Diseño Sostenible En Arquitectura

DISEÑO SOSTENIBLE EN ARQUITECTURA

En esta actualidad es cada vez más constante y menos extraño que cualquier actividad humana tenga la intención de ser desarrollada reduciendo su propio impacto sobre el bienestar del planeta, refugiando argumentos en el caótico comportamiento de la naturaleza en los últimos años y cuyos incomparables fenómenos terminan por convencernos de las adversas condiciones en las que habitamos el planeta, como consecuencia misma de nuestra existencia en el mismo.

Innegablemente hay un problema e ineludiblemente el ser humano en función de su desarrollo y evolución es en la mayor parte el causante del mismo. Es evidente que el planeta está cambiando y que la naturaleza no hace más que reaccionar fatal y desastrosamente ante los perjuicios que la cotidianidad de esta acelerada cultura y modo de vivir de la sociedad actual le causan, en medio de un uso de la tecnología que se transformo de fructuoso y conveniente en excesivo y vicioso.

Pese a esto, desde distintos ámbitos se han venido gestando medidas que buscan combatir estos conflictos, que cada vez con mayor claridad auguran la destrucción del planeta. Desde luego, la arquitectura es uno de ellos y con gran eficacia ha logrado desarrollar sobresalientes modelos y proyectos que funcionan en virtud de una preservación de la naturaleza y un aprovechamiento de los recursos ofrecidos por la misma para garantizar una destacable reducción del impacto negativo de la intervención humana en la misma.

Arquitectura sostenible: ¿Qué es y en qué consiste?

Como su nombre lo indica, se trata de un enfoque de la arquitectura que busca desarrollarse de manera sostenible, al obtener el mayor aprovechamiento de los recursos naturales, reducir el impacto ambiental de los edificios en el entorno y minimizar los costos y gastos de construcción, utilización y mantenimiento de los mismos.

Con este propósito, el diseño arquitectónico se resuelve mediante diversas e innovadoras estrategias que como primera medida explotan y aprovechan al máximo las fuentes naturales, sin llegar a ser nocivos, con el fin de poder prescindir de otros elementos que generan gastos y perjuicios, como lo son las fuentes de energía para el desarrollo de la distintas actividades, ya sea en iluminación, ventilación, calefacción, entre otros. Igualmente, otra de las principales medidas de dichas estrategias se centra en el empleo premeditado de materiales de construcción con la intención de obtener de éstos la mayor eficacia, haciendo uso inteligente y fructuoso de sus propiedades, para complementa de esta forma la reducción del consumo energético requerido para el funcionamiento cómodo del edificio, albergado en los mismos procesos de calefacción, refrigeración, iluminación. Así mismo, tendencias más innovadoras proponen originales diseños, cuyos modelos de funcionamiento también tienen el mismo objetivo, y logran desde una perspectiva más visual e incluso estética, conseguir un manejo apropiado de los recursos, y en sí una disminución de los gastos de utilización y mantenimiento del edificio y proveer en este una moderna forma de confort higrotérmico, salubridad, comodidad y habitabilidad; en estas tendencias cabe mencionar lar cubiertas verdes y/o ajardinadas, el uso de tecnológicas fuentes alternas de energía y mucho más.

Las tendencias de la sostenibilidad

Bien sea la época de surgimiento o el lugar, o por el contrario el enfoque o importancia que se da a un objetivo o forma de diseño, en la actualidad es posible reconocer varias tendencias de lo que sin duda es un modelo de arquitectura sostenible. Bajo distintos nombres, estas corrientes buscan lograr los mismos propósitos, solo que desde un punto de vista diferente. Es entonces cuando se habla de arquitectura bioclimática o bio-arquitectura, arquitectura solar pasiva, arquitectura ecológica o eco-arquitectura, arquitectura medioambiental, y/o arquitectura verde.

La primera de estas, la bio-arquitectura, es un enfoque de la arquitectura que desarrolla un modo sostenible, en función del clima y los recursos naturales y biológicos disponibles (sol, lluvia, vientos y vegetación) con el fin de obtener el mayor beneficio con el mínimo impacto ambiental.

Por su parte, la arquitectura solar pasiva funciona como un modelo que desarrolla como único sistema de iluminación un sistema de iluminación solar, independiente de dispositivos electromecánicos, y basado en procesos de radiación, conducción y convección.

Así mismo, la eco-arquitectura, al igual que la arquitectura medioambiental, se enfoca en la proposición de modelos cuyo funcionamiento está dominado por tendencias ambientalistas y ecológicas en las que sobresalen las intenciones de reciclaje y preservación de la ecología; estas sobresalen por una profunda consciencia de cuidado y conservación del medioambiente y sus recursos. . Finalmente, la arquitectura verde¸ de la misma forma en que las demás, desarrolla proyectos con una arraigada predominancia de elementos naturales y sobretodo vegetales, para el cumplimiento de los distintos propósitos.

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Es indiscutible que todos los modelos presentan un funcionamiento bastante similar y atañen a los mismos objetivos con estrategias o medios análogos, que de cualquier manera buscan un máximo aprovechamiento de los recursos con una mínima repercusión e impacto.

Naturaleza, clima y arquitectura sostenible

Dentro del proyecto elementos propios de la naturaleza, e incluso el clima, son factores determinantes del diseño. En esta medida, factores tales como la vegetación, el tipo de suelo, la radiación e iluminación, los vientos y la contaminación, el ruido, la temperatura, las precipitaciones y demás condiciones climáticas, definen el espacio y la necesidad que debe satisfacer el diseño. Además, éstos usados de una forma intencional y calculada son responsables de proporcionar importantes beneficios que contribuyen a un desarrollo eficazmente sostenible del proyecto.

La vegetación y su manejo tiene repercusiones en el confort urbano, visual, acústico, ambiental y sobretodo higrotérmico. Dependiendo de las características de la vegetación que se utilice es posible lograr beneficios en dichos aspectos; específicamente, a través de los distintos tipos de follaje de los árboles y de su tamaño se logran las condiciones deseadas. En cuanto a esto, resulta evidente que a través de un follaje denso se logra un aislamiento del entorno urbano, una gran absorción del ruido y la contaminación, así como una obstaculización del viento y la radiación solar directa; por el contrario, un follaje ligero involucraría efectos opuestos. Así mismo, mediante la caducidad del follaje

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