EL DEBATE SOBRE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN TECNOLÓGICA SUPERIOR, APUNTA HACIA SU INSTITUCIONALIZACIÓN

Existe una paradoja en la educación tecnológica del nivel superior, ya que actualmente se presenta un acelerado ritmo de crecimiento y desarrollo tecnológico, propiciado por las nuevas tecnologías de la información y comunicación, así como el desarrollo científico y tecnológico que opera en los diversos procesos de producción, distribución y comercialización de los bienes y servicios, es decir se ha logrado un amplio desarrollo en las fuerzas productivas; en tanto la calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje, como de los programas de estudio del área de la educación tecnológica, no han logrado capitalizar, adecuar, interiorizar ni establecer los vínculos, estrategias e investigación para acelerar el proceso de endogenización tecnológica, alcanzada por los medios de producción y por el desarrollo tecnológico en el contexto de la globalización.

Asimismo, experimenta un doble reto, por una parte la educación tecnológica demanda establecer líneas de comunicación que vinculen el desarrollo tecnológico alcanzado por las fuerzas productivas con el diseño e implementación de los programas de estudio del nivel superior tecnológica y, por la otra, requieren y exigen promover, desarrollar en los planteles educativos la investigación, como el fortalecimiento en la generación de proyectos de emprendedores, incubación de negocios, autoempleo, aumento de la innovación que promueva el registro de patentes, el incremento del personal cualificado para ingresar al Sistema Nacional de Investigadores, elevar el grado académico de los mentores y la proliferación de proyectos tecnológicos de alto impacto; con el objeto de retomar el rumbo en la orientación del desarrollo tecnológico y productivo del país; es decir no permanecer al margen o continuar tratando de alcanzar el desarrollo tecnológico, sino sumarse en esta evolución, con creatividad e innovación, pero sobre todo con el fortalecimiento de la calidad de la educación tecnológica. Este ritmo de creación, acumulación y aprovechamiento del conocimiento global, ha conducido hacia un nuevo paradigma en el cual el conocimiento es la verdadera esencia de la competitividad y el motor del desarrollo a largo plazo. La economía del conocimiento no se limita a la revolución en las tecnologías de la información y la comunicación, ni al comercio electrónico o la posibilidad de trasmitir información mediante las redes sociales en cuestión de segundos. La economía del conocimiento demanda nuevas competencias vinculadas con las necesidades de la sociedad, involucra la capacidad de aprendizaje de las instituciones nacionales, el sector productivo y académico, así como la generación de redes interinstitucionales para la solución de problemas y el uso intensivo del conocimiento en el espacio social, productivo, laboral, educativo y por ende, en la educación tecnológica del nivel superior.

Un primer paso, representa abordar de

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