EL LENGUAJE ANIMAL

EL LENGUAJE ANIMAL

INTRODUCCIÒN

Los animales, tienen su propia forma de comunicación, muchos psicólogos lingüistas han hecho pruebas con diferentes animales, principalmente primates y no han podido conseguir lo que se propusieron, determinar a través de sus estudios que los simios son capaces de establecer un lenguaje como tal, algunos de ellos fueron los Gardner, quienes criaron a un chimpancé como si fuera un niño sordomudo, a quien le enseñaron el lenguaje de signos manuales y gesticulares. Cuando el simio aplicaba bien alguno de estos signos, los Gardner lo reforzaban, así fue capaz de utilizarlos, además de hacerlo en diferentes contextos. Pero entonces ¿será posible que los animales posean un lenguaje similar al de los humanos? O quizá ¿el lenguaje es una capacidad exclusiva de los seres humanos?

CONCLUSIONES:

 El lenguaje, según Friedrich Kainz (1956), es “una función psicofísica determinada que se sirve de signos sonoros plenos de significado, articulados y gráficamente fijables, a fin de anunciar o notificar estados psíquicos para provocar reacciones prácticas en otros individuos, así como para informar acerca de relaciones dotadas de sentidos”. Por lo que se concluye que muchos animales han desarrollado sistemas de comunicación con una eficacia realmente sorprendente, pero la capacidad de hablar es, por el momento, propia y exclusiva de la especie humana. Quizá lo que más la distingue no es tanto lo que es capaz de aprender, sino lo que pueden transmitir y enseñar. Hasta hoy ningún animal ha sido capaz de transmitir a sus a sus hijos los rudimentos del lenguaje simbólico que él haya podido aprender de los humanos.

REFERENCIAS

Al hablar del lenguaje de los animales no queremos significar que éstos posean un idioma real y verdadero, como el nuestro, sino que se comunican sus sensaciones, necesidades y movimientos pasionales, por otros medios que no son precisamente la palabra articulada, como vehículo de conceptos abstractos y de ideas generales.

¿Cómo, pues, podemos afirmar que los animales hablan? Porque así lo inferimos de su manera de obrar. Los caballos, por ejemplo, piafando, relinchando, bufando y valiéndose de otros medies, se entienden entre sí, y se esfuerzan por hacerse entender de sus amos. Los perros saben también significar, ya por la mímica de sus movimientos, ya por su diferente manera de ladrar y aullar, lo que sienten o quieren, lo que les agrada o desagrada. Análogo fenómeno se observa en los gatos y en los animales que habitan en las montañas, las llanuras y las selvas. Las aves usan fórmulas de expresión mucho más armoniosas que los demás animales, y los insectos son tal vez los que disponen de medios más variados para ponerse en relación unos con otros.

Tarea larga y nada fácil, por cierto, sería la del exponer los signos peculiares de que se valen las diversas

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