Ing. Electronica Y Telecomunicaciones

EL TIEMPO

Prefiero improvisar esta entrada, mientras me topo con nueve grados centígrados y un cigarrillo en mano, porque realmente ya no cuento con el tiempo, para dedicarme profundamente a escribir una; De esas existencialistas que solía escribir a la madrugada o esas entradas contando los últimos acontecimientos poco relevantes que a nadie importan.

Por eso abandoné mi blog, por falta de tiempo y drama.

El tiempo es veloz cuando estoy en el trabajo, cuando necesito estudiar para un parcial o cuando comparto con las personas que quiero.

Las fiestas y los conciertos se las devora el tiempo sin piedad alguna.

Lo triste de esta conclusión, es que cuando tengo ansiedad o estoy a la espera de algo, lo que sea, el tiempo se torna bastante lento, un minuto pasa a ser una hora y la mañana se consume sutilmente como cuando se observa un péndulo en sus ultimas oscilaciones.

Cuando estoy lejos de ti, de ellos, de ustedes, el tiempo son cantidades alarmantes de eternidad. Son pequeños trozos de pesadez e incertidumbre. Adivinar que va a pasar y como va a concluir, porque eso si, el tiempo es el único que tiene derecho a pintar finales y plantear conclusiones.

"En un abrir y cerrar de ojos terminaste el colegio" esas frases por el estilo, que confirman lo que les digo, no es que me esté contradiciendo, porque el tiempo es lento o veloz cuando le conviene, pero esos cinco minutos que te retrasas al llegar (tú, que me gustas), se convierten sin que sepas, en cinco largos lapsos de momentos cargados de conclusiones que no van a ningún lado, solo generan desolación en mí. En cambio esas horas a veces pocas o varias, que comparto contigo, son tan rápidas como un pestañeo matutino.

Querido amigo tiempo: solo a ti te faculto para hallar razones, pintar finales, confirmar verdades, borrar recuerdos felices, alejar mis seres queridos, dar lecciones merecidas, acabar mis planes, desplomar mis buenos momentos y sobre todo, concluir el libro donde se narra mi historia.

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