Intervención para Reducir el Riesgo de VIH/SIDA en Adolescentes de Ahome, Sinaloa

Intervención para Reducir el Riesgo de VIH/SIDA en Adolescentes de Ahome, Sinaloa.

El control del contagio por VIH/SIDA es un problema de salud pública en el mundo, debido a que más de 33.3 millones de personas viven con esta enfermedad (UNAIDS, 2010). En el 2007 México ocupó el segundo lugar de personas viviendo con el VIH/SIDA (CENSIDA, 2009). Asimismo en el 2010 el número de casos de SIDA registrados fue de 144,127, siendo el 98.9% por transmisión sexual del grupo de 25 a 34 años los más afectados (CENSIDA, 2010). Si se considera que el periodo de incubación del VIH es de entre dos y diez años, se puede inferir que un porcentaje importante de los individuos con este virus fueron infectados durante la adolescencia.

En el contexto social y de salud, la adolescencia se considera una etapa donde los individuos son altamente vulnerables (Díaz, 2003). Investigaciones encontraron que los adolescentes Mexicanos realizan conductas sexuales de riesgo para ITS-VIH/SIDA y embarazos no planeados (Gallegos). Es por ello que los adolescentes tienen mayor riesgo de contraer ITS-VIH/SIDA (referencia) (Martínez-Donate, Hovell, Blumberg et al., 2004). Este problema se encuentra presente en Sinaloa, en el 2010 se encontró que la incidencia acumulada del VIH/SIDA fue de 100.4 por 100,000 habitantes (CENSIDA). Específicamente en Ahome en el 2009, el 17.7% de los nacimientos correspondió a mujeres menores de 19 años (INEGI, 2009), esto puede deberse a que los adolescentes inician sus relaciones sexuales entre los 12 y 16 años y que tienen sexo sin protección (Gayet, Pedrosa, Juarez, & Magis; Villaseñor-Sierra, Caballero-Hoyos, Hidalgo-San Martín, & Santos-Preciado, 2003).

Ante este problema el gobierno de México está haciendo esfuerzos que se centran en la prevención específica a través de la información masiva y algunos programas especiales como Un Equipo Contra el SIDA, El Programa de Acción para la Prevención y el Control del VIH/SIDA y otras ETS, Gente Joven, entre otros (Torres, Walker, Gutiérrez & Bertozzi, 2006). Sin embargo los resultados no han sido lo suficientemente contundentes ya que continúan presentándose casos nuevos de SIDA. Prevenir las conductas sexuales de riesgo sobretodo en los jóvenes es complejo ya que atraviesan por una etapa de desarrollo que se caracteriza por múltiples cambios que los hacen vulnerables (Tiezzi, Lipshutz, Wrobleski & McCarty, 1997).

De acuerdo con lo señalado hasta el momento, resulta evidente que los adolescentes y jóvenes mexicanos se encuentran altamente vulnerables ante las ITS, destacando el VIH-SIDA, y los embarazos no planeados; es por ello que en el campo de la psicología de la salud, se ha trabajado en la promoción e implementación del uso del condón, ya que constituye una de las prácticas más efectivas en la prevención de los problemas de salud sexual antes mencionados (Gayet, et al. 2003; Martínez-Donate, Hovell, Zellner, Sipan, Blumberg, & Carrizosa, 2004).

Dentro del campo de la psicología de la salud, actualmente existen una gran cantidad

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