La movilidad

La movilidad de los grupos sociales se ubica en el estudio de los fenómenos colectivos, los cuales se constituyen en el análisis de comportamientos complejos en el seno de la sociedad y que precisan un cierto tipo de conducta no estructurada en determinado número de personas, y se distingue porque se desarrolla de manera espontánea, en un cierto tiempo, de manera breve. Es decir, el fenómeno complejo en la sociedad es lo contrario al funcionamiento social en una forma integrada, coherente, articulada por diversos elementos e instituciones sociales y políticas, y que permiten propiciar una vida social y económica estable y predecible.

Es cierto que el comportamiento social no es en sí mismo ni predecible ni estable, ya que es difícil tener una perspectiva sólida del futuro comportamiento de los individuos y grupos en el desarrollo de cualquier sociedad.

El concepto de complejidad surge en el marco conceptual y metodológico de la teoría general de sistemas, donde se observa que de un sistema sencillo se traduce en su desenvolvimiento en comportamientos colectivos de mayor complejidad, es decir, que son aquellos fenómenos que pertenecen por un lado, al comportamiento de un grupo, el cual está organizado sobre bases firmes de normas y tradiciones; y por otro lado, en el momento de su desintegración para el análisis, el comportamiento individual y de ciertos segmentos de la sociedad, es diversificado, sin reglas, quedando fuera de las tradiciones y costumbres usuales. La sociedad como un sistema complejo se puede entender, a través del concepto de comportamiento colectivo, como referente a cierta conducta que en el seno de la sociedad no está estructurada y no es congruente con la organización social en su conjunto. Es decir, que la sociedad en sí misma es contradictoria y se funda en un sistema profundo de contradicciones. Por tal motivo, resulta difícil entender y comprender, así como también, encontrar alternativas viables y soluciones reales al conjunto de problemas económicos, sociales, políticos, culturales, históricos, étnicos y ecológicos, que se combinan en la vida y “quehacer” cotidiano de los ciudadanos, en lo particular, así como, en amplios segmentos sociales, en lo general.

En términos de la situación económica de una sociedad, resulta complejo encontrar alternativas congruentes y estables a fenómenos como: la pobreza extrema, pobreza alimentaria, desempleo, atraso regional;

En lo social: abatir la inequidad entre pobres y ricos, analfabetismo, enfermedades epidémicas, deserción escolar, falta de vivienda;

En lo político: combatir el autoritarismo, las dictaduras, falta de democracia, construcción de ciudadanía, pasar de democracia representativita a la participativa, combinar la función del estado con las necesidades de los mercados;

En lo histórico: rescatar las tradiciones, usos y costumbres

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