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CARULLA

RESEÑA HISTÓRICA

En el año de 1.906 Colombia era un país de ocasión esencialmente importadora, hecho que obligaba a cualquier hombre de negocios a complementar el producido producto de las exportaciones de frutos agropecuarios, con la ganancia que dejaba la venta de artículos traídos de Europa y Estados Unidos.

JOSÉ CARULLA vio entonces, la urgencia de replantear sus propósitos y creo en de Bogotá, mediante la escritura No. 857 del 13 de diciembre de 1.906, la Sociedad Mercantil en Comandita “Carulla & Cia”, cuya escritura le permitía ampliar el radio de acción de sus negocios. Figuraban como socios colectivos de la nueva firma José Carulla Vidal y Antonio Dunas y como socios comanditas Antonio Gill y Guardiola residentes en Barcelona.

Sus actividades comerciales eran aun pocas, pero ya existía un lugar donde pudiera establecer relaciones mercantiles. En el Camellón de San Victorino No. 412H, cerca de la estación de la Sabana, tuvo José Carulla su primera pequeña bodega, se compraban allí frutos de exportación y se vendían giros sobre Europa en libras, francos y pesetas.

En sus intentos por diversificar el negocio, conoció José Carulla a Francisco Molinos, propietario de un almacén de rancho y licores que funcionaba en el marco de la Plaza de Bolívar, e hizo sus primeras armas como importadores.

Se comenzaba a deslumbrar en esos momentos, el rumbo que había de tomar para el resto de su vida.

Don José lo llamaban quienes lo conocieran, era un hombre adusto pero bondadoso, acostumbrado a capera las tempestades de la adversidad. En su infancia tuvo suerte de ser discípulo de Don Bosco, el fundador de la congregación de los Salesianos, canonizado en 1.938.

Consideraba siempre que los artículos con los que se trabajaba debían tener una norma de calidad, y que el precio debía ajustarse a ella.

Nace el Escudo Catalán. El dos de enero de 1.907, tras sus primeras exigencias en la compra de importación, José Carulla Vidal entró en sociedad con Don Francisco Molinos y opto por adquirir un negocio que era de propiedad de los señores “Cabo Agustín & Cia”, situado en la calle Florián No. 300 de la vieja Santa fé de Bogotá.

El almacén, un expendio de finos productos extranjeros de rancho y licores, funcionaba en un lugar privado. de Bogotá no se extendía más allá de la actual calle 26 ni más abajo de la carrera 30, hacia el occidente.

En lo que hoy es Chapinero, vivía un reducido numero de familias adineradas, dueñas de hermosas casas campestres, rodeadas de árboles y protegidas por la importante sombra de los cerros orientales. La ciudad crecía lentamente, el recuerdo de su patria y su lengua, José Carulla identifico su primer almacén con el nombre de Escudo Catalán, allí creció su dinastía.

José Carulla emprendió la importación de conservas, dulces, galletas, tabacos y delicados vinos y licores, después de estrechar relaciones comerciales, se vincularon a la compañía de cuatro hermanos, Felipe, Genaro, Marcela y José Millet y Cunill, miembros de la familia “Felipe Millet & Cia”, hacían despachos de mercancías europeas a El Escudo Catalán, recibían en Barcelona las exportaciones de café, cauchos y otros productos que se efectuaban desde allí en aquel entonces. Los cueros que gozaban de extraordinaria demanda pudieron volver a salir del país y Carulla emprendió otra vez su expansión. El Escudo Catalán, entre tanto se convertía en sitio obligado de compra de las refinadas familias bogotanas. Allí era posible encontrar tabacos holandeses, alemanes, italianos, galletas inglesas, conservas y finos cigarrillos.

El Escudo Catalán de la calle Florián pronto resulto pequeño. Se abrió entonces a comienzos de 1.909 una sucursal en la calle 15 No. 8 - 90, en una casa donde pocos meses después habría de recibir la familia Carulla. En junio de aquel año llegaron a Santa fe de Bogotá.

Doña Victoria Soler de Carulla, Josefina, Montserrat y José, sus tres primeros hijos.

Carulla & Cia., había logrado establecer una red de distribución de licores y otros productos, mediante el contacto con comerciante de varias ciudades del país. La compañía licorera de “Sánchez Romate Hermanos” de jerez de la Frontera, le habían otorgado la exclusividad de algunos de sus vinos, enviados a Carulla Colombia en barriles y envasados por el propio señor Carulla, quien llego a ser famoso por varios tragos con su firma. Los años siguientes a 1.911 transcurrieron para José Carulla Vidal quizás más tranquilos, pero también menos prósperos, se trataba de establecer las finanzas de la firma, que a raíz del fracaso como exportadora de caucho, debía enfocar su batería hacia un producto que si ofrecía garantías, el café.

En 1.921 José Carulla viajo a Barcelona con el propósito de descansar y llevar personalmente allí algunas cuestiones de su negocio, y dejo la firma en mano de Julio Dannas, otro antiguo socio suyo. Después de dos nuevos viajes a Colombia, regreso definitivamente en 1.925, para continuar al frente de sus almacenes, se abrieron entonces las primeras bodegas de la compañía importadora, en la calle 10 de Santa fé de Bogotá, entre carreras octava y novena, para reemplazar le pequeño deposito de San Victorino, y comenzaron a funcionar allí ya con algunos intentos de tecnificación, los envases de vinos y los empaques de alcaparras y aceitunas que se distribuían, luego a numerosas casas del país. El ocho de abril de 1.926 ingreso a la compañía, en carácter de apoderado José Carulla Soler, hijo del fundador y químico de profesión. Reestructurada la compañía y vitalizada gracias al crecimiento de Santa fe de Bogotá, José Carulla vio la necesidad de abrir un almacén más grande y más moderno que el primer Escudo de Catalán. En la carrera 7 con calle 22 comenzó a funcionar en 1.923 un nuevo expendio de rancho y licores que más tarde seria conocido como la sucursal de la Avenida de la República, ya era famoso el sello “Oranja Mercedes” y muchos otros productos importados a los cuales imponía don José una etiqueta propia.

Fue en aquel año cuando Carulla & Cia., adquirió su primer vehículo. Una camioneta Ford modelo 1.934. con la segunda guerra mundial terminaron súbitamente los abastecimientos europeos, y con ello la fuente que surtía los almacenes de José Carulla Vidal.

Quedaba una solución para mantener activas las operaciones de la compañía; por su propia iniciativa don José Carulla Soler, quien para entonces maneja ya muchos asuntos de la firma, emprendió un viaje por centro

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