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Mercantilismo


Enviado por   •  22 de Octubre de 2013  •  2.954 Palabras (12 Páginas)  •  190 Visitas

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EL MERCANTILISMO.

El Mercantilismo es una doctrina de pensamiento económico que prevaleció en Europa durante los siglos XV al XVIII aproximadamente y promulgaba que el Estado debe ejercer un férreo control sobre la industria y el comercio para aumentar el poder de la nación al lograr que las exportaciones superen el valor de las importaciones. El mercantilismo no era en realidad una doctrina formal y consistente, sino un conjunto de firmes creencias, entre las que cabe destacar la idea de que era preferible exportar a terceros que importar bienes o comerciar dentro del propio país; la convicción de que la riqueza de una nación depende sobre todo de la acumulación de oro y plata; y el supuesto de que la intervención pública de la economía es justificada si está dirigida a lograr los objetivos anteriores.

Antecedentes:

Las primeras manifestaciones del mercantilismo aparecen desde el siglo XV teniendo como manifestaciones más importantes la avidez por el oro, la cual constituye el objetivo básico del comerciante, a la par de las riquezas en especias; la plata y el oro eran precisos para el comercio, eran la sangre de los reinos y por ello, su sello, su valor y el respaldo que tenía en los tesoros reales, siendo así un importante asunto de estado.

En el tercer período de la Edad Media, las fuerzas productivas se desarrollaron tanto que dieron lugar al nacimiento de las relaciones capitalistas, este proceso estuvo ligado a la formación incipiente de la burguesía como clase poseedora de los medios e instrumentos de producción y del proletariado, la clase de los obreros asalariados, desprovistos de dichos medios y obligados a vender su fuerza de trabajo al capitalista.

Lo anteriormente expuesto, dio lugar al perfeccionamiento de diversas producciones, como por ejemplo la implementación del soplado mecánico en el horno (permitiendo la producción de acero); en la producción textil, los telares verticales fueron cediendo su lugar a los horizontales otorgando una producción mayor, se crea e reloj de bolsillo, se comenzaron a crear embarcaciones de gran capacidad ; se perfecciono la brújula , se inventó la imprenta y se dio principio a la industria de artes gráficas.

El desarrollo de las fuerzas productivas, debido al perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo, se opero también en la agricultura, aunque más lentamente que en la industria, extendiéndose las superficies de siembra y mejorando los métodos de laboreo.

El desarrollo múltiple de la industria y el avance de la agricultura profundizaron más aún la separación entre ellas y dieron lugar al nacimiento de nuevas ramas industriales. Prosiguió el aumento de la división social del trabajo, lo que suponía el desarrollo de las relaciones monetario-mercantiles y del comercio. Los mercados adquirieron carácter nacional y el progreso del comercio, en las condiciones nuevas contribuyó a la decadencia de la pequeña producción.

Una de las premisas históricas que contribuyó al nacimiento del capital fue el nivel alto de la producción mercantil ya que hacía que unas cuantas personas acumularan grandes sumas de dinero. Otra premisa se manifestó en la existencia de una masa de seres personalmente libres, desprovistos de medios de producción, y por consiguiente, de medios de subsistencia como resultado de la expropiación violenta por medio de la clase feudal y de la burguesía naciente. En la creación de esas premisas consistió la esencia del proceso de acumulación originaria del capital.

Las causas que precipitaron los acontecimientos fueron los grandes descubrimientos geográficos, el Renacimiento, la reforma religiosa, la aparición del Estado moderno y el régimen colonial.

El deseo de adquirir oro y otros tesoros dio lugar a los grandes descubrimientos geográficos, estos, no solamente ampliaron los territorios hasta entonces conocidos, sino que incrementaron los mercados; dichos descubrimientos geográficos abren entonces inmensos mercados para los productos europeos, y se convierten, a la vez, en inagotable fuente de materias primas.

Por su parte el desarrollo de las relaciones capitalistas dio lugar al proceso de formación de las naciones sobre la base de las nacionalidades existentes, en las condiciones de comunidad económica y centralización política de los Estados. A partir del siglo XVI, desaparece el ideal de los siglos anteriores, basado en una cristiandad unida y organizada como potencia política, apareciendo las grandes nacionalidades, tales como Francia, España e Inglaterra. Cada uno de estos Estados se consolidó bajo los ideales de soberanía y libertad, convirtiéndose así en los artífices de su propio destino. En lo futuro, la política habría de jugar un nuevo papel; el de asegurar la supervivencia, el engrandecimiento y la prosperidad del Estado, a efecto de convertirlo en una entidad desprovista de aquellos escrúpulos a los que los sometía el régimen feudal.

La nación surgió sobre la base del desarrollo de las relaciones de producción capitalistas, por consiguiente, los vínculos nacionales que se estaban creando eran vínculos burgueses siendo la burguesía una clase dominante económica y políticamente, la nación adquiría el carácter burgués, aunque estuviera formada por todas las clases y capas de la población.

A raíz de lo mencionado en los párrafos anteriores se fue creando una cultura de la burguesía incipiente llamada Renacimiento; Los primeros ideólogos burgueses estaban persuadidos de que hacían "renacer" la cultura antigua; Como si todo esto no fuera suficiente, se tiene ahora un nuevo concepto del hombre: es el ser más importante del universo y, por lo tanto, resulta necesario interesarse cada vez más por sus problemas aquí en la tierra. Entre las grandes figuras de la época del renacimiento destacan: Leonardo de Vinci, Miguel Ángel, Rafael Sanzio, Ticiano y otras personalidades de aquel tiempo. Los representantes de la cultura del renacimiento designaron con el término "humanismo" la esencia de los fenómenos ideológicos nuevos, porque querían destacar el carácter mundano de la nueva cultura, liberada de la dependencia feudal y religiosa, recalcando el valor de la personalidad humana.

A su vez, al oponerse a la religión católica que constituía la base ideológica de la sociedad feudal, la burguesía, como clase explotadora, no podía renunciar a la concepción religiosa del mundo. Por ello no se planteo la tarea de liquidar la iglesia y la religión, sino que sólo se propuso reformarlas, es decir, sustituir el catolicismo por una iglesia nueva, la protestante. El protestantismo reflejaba con la mayor idoneidad los puntos de vista e intereses de la joven burguesía, así como los dogmas

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