¿Qué es y para qué sirve el pensamiento sistémico?

¿Qué es y para qué sirve el pensamiento sistémico?

El Pensamiento Sistémico es una perspectiva que nos ayuda a entender más profundamente la manera en que nuestras organizaciones y los sistemas complejos funcionan. Este enfoque nos provee de una “lente” diferente con la cual interpretar los fenómenos que ocurren en el mundo.

Si reconocemos que estamos rodeados de sistemas, y que gracias al entendimiento de sus características podemos apreciar lo bien o mal que funcionan, estaremos habilitados para identificar y atender oportunidades.

Por ejemplo algunas oportunidades de sistemas con los que nos relacionamos cotidianamente son:

- El transporte público requiere contar con mejores interacciones entre el metro y el servicio terrestre, incluyendo el manejo de boletos de transbordo y cuotas en función de la frecuencia de uso;

- La recolección, reprocesamiento, y disposición de la basura, requieren mejores ciclos de retroalimentación para reincorporar algunos elementos a la industria, y otros al medio ambiente.

- El sistema de educación pública requiere mayor claridad en la definición de la contribución de sus elementos al propósito fundamental de incorporar a la sociedad, ciudadanos competentes y comprometidos con principios cívicos y éticos.

La palabra “sistémico”, ha sido fácilmente adoptada por el mundo empresarial de la actualidad. Es utilizada de manera frecuente y con propiedad, sin embargo, aunque bien aceptado su significado, podemos decir que aún falta mucho para que los administradores se conviertan en pensadores sistémicos.

Algunos signos que nos hablan de la necesidad del cambio, son los siguientes:

- El enfoque fraccionado con la que se atienden los problemas complejos;

- La forma desintegrada como se planea la ejecución de los proyectos, realizando múltiples esfuerzos que no se manifiestan en el resultado global del sistema;

- La manera como se evalúa el desempeño, en donde gobierna el manejo jerárquico del poder, sobre la importancia de promover las interacciones armónicas para retroalimentar y reforzar los impulsores del crecimiento;

- Las decisiones basadas en conocimiento supersticioso cuya fuerza motriz es el logro de un objetivo establecido de forma arbitraria.

El pensamiento sistémico enfatiza en la interconexión de todos los elementos organizacionales, por lo cual, es de vital importancia desarrollar una visión holística de la empresa que nos permita apreciar la complejidad de sus redes de causas y efectos.

Esta visión se desarrolla utilizando herramientas sencillas con las que se representan las relaciones causales de los problemas y sistemas en estudio; facilitando la reflexión, el análisis de las consecuencias de corto y largo plazo, y el planteamiento de teorías, que eventualmente conducen a pensar en forma de sistemas y adoptar formas más proactivas de actuar.

Entre mejor entendamos la dinámica de los sistemas, mejor podremos anticipar su desempeño y hacerlo que juegue a nuestro favor.

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