Seguros

Reservas de riesgos en curso.- Son aquellas que tiene por objeto hacer grande a los riesgo que permanecen en rigor al cierre contable de un ejercicio económico.

Una entidad que suscribiese todas sus pólizas con vencimiento en 31 de diciembre (a cuyo objeto emitiría en el primer año recibos proporcionales desde la fecha de efecto del contrato hasta el próximo 31 de diciembre y para años sucesivos emitiría recibos por anualidades completas) se hallaría en condiciones de determinar que, al final de cada ejercicio, cuando efectuase el balance, el resultado del año sería, en líneas generales, la diferencia entre las primas percibidas y la valoración de los siniestros producidos, más los gastos de administración y producción.

Sin embargo, esta forma de actuación no es habitual en el mercado de seguros; lo normal es que, sea cual fuere el efecto inicial de la póliza, ésta se renueve anualmente, en el mismo día y mes en el que se suscribió, y la aseguradora cobre las primas en los respectivos vencimientos anuales.

Este sistema distribuye uniformemente los ingresos de la empresa a lo largo de todo el año, pero origina la necesidad de constituir al final de cada ejercicio una provisión con que hacer frente a los posibles siniestros que ocurran en el año siguiente y que afecten a pólizas respecto a las cuales ya se ha satisfecho toda la prima de u año. El importe de dicha provisión constituye la reserva de riesgos en curso.

En la práctica con el fin de evitar los cálculos que, póliza a póliza, habrían de hacerse según el sistema expuesto, la legislación e materia de seguros permite que se efectúe unas reservas de cartera promedio, equivalentes aproximadamente al 40% de las primas emitidas durante todo el ejercicio.

Reservas de obligaciones por siniestros.- Constituyen el segundo grupo de las reservas técnicas y tienen su reflejo en las que generalmente se conocen con el nombre de reservas para siniestros pendientes de liquidación o pago.

Su necesidad se explica fácilmente al considerar que, cuando un ejercicio económico ha acabado, hay determinado número de siniestros que, producidos en tal ejercicio, están aún pendientes de liquidación y los pagos indemnizatorios se efectuarán en el año siguiente o en otras anualidades sucesivas. En tal sentido, los aseguradores debe constituir al final del año una reserva equivalente al importe aproximado de los siniestros aún no indemnizados.

Reservas de supersiniestralidad.-Ayudan a ampliar el periodo de tiempo por el que se contrata normalmente los seguros, especialmente en aquellos riesgos e que existen condiciones cíclicas, o sea, en que con una periodicidad superior al año se produce una intensificación en los siniestros. En realidad, aún en los que no tienen ese carácter, la experiencia demuestra que en algunos años coincide una acumulación de

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