Sociedad Digital

Arias Fierro Raúl

Esc. Sec. Gral. # 213

"LA SOCIEDAD EN LA ERA DE LA DIGITALIZACIÓN"

La Sociedad de la Información es expresión de las realidades y capacidades de los medios de comunicación más nuevos, o renovados merced a los desarrollos tecnológicos que se consolidaron en la última década del siglo: la televisión, el almacenamiento de información, la propagación de video, sonido y textos, han podido comprimirse en soportes de almacenamiento como los discos compactos o a través de señales que no podrían conducir todos esos datos si no hubieran sido traducidos a formatos digitales. La digitalización de la información es el sustento de la nueva revolución informática. Su expresión hasta ahora más compleja, aunque sin duda seguirá desarrollándose para quizá asumir nuevos formatos en el mediano plazo, es la Internet.

Hablar de una cultura y que además sea digital, es un término que no muchos conocen, por lo tanto, definir ¿Qué es cultura digital? Conlleva a una serie de pensamientos cotidianos para lo que es importante aclarar, por ejemplo ¿A que suena digital? Digito, algún dato analógico o un dato en el ordenador. Definitivamente, la cultura digital ¡ya está aquí! Se relaciona a la llamada “sociedad del conocimiento”, las herramientas de la nueva era, donde las comunidades del mundo poco a poco pasan a formar parte de esta etapa de conocimiento digital.

Además, la “cultura digital” puede considerarse como la consecuencia de las nuevas tecnologías que han tomado el nuevo mundo de una manera casi totalitaria. Muchos son los conceptos y las perspectivas relevantes a esta nueva cultura, pero, todo esto va más lejos de lo que se elabora en un computador. Esta erudición resulta infinita y en constante actualización a los nuevos avances. Actualmente la cultura digital no obtiene el soporte necesario y muchos investigadores ignoran lo que cultura digital representa, “lo actual”, lo que se vive en la modernidad, esa riqueza de conocimiento colectivo del día a día con las nuevas tecnologías.

La televisión se ha mundializado pero no por ello tenemos aldea global. Para el sociólogo chileno José Joaquín Brunner: "Puede decirse que la globalización está transformando continuamente las relaciones entre el centro y la periferia, así como las propias percepciones de sí mismo y los otros dentro de ambos mundos. En eso consiste, justamente, la posmodernidad; en una cultura no canónica, hecha de combinaciones inverosímiles" (Brunner, 1999: 161).

La globalización, que en buena medida es un proceso mediático, nos permite reconocer semejanzas pero no por ello quedan abolidas las peculiaridades y diferencias que distinguen a nuestras sociedades. Tampoco se cierran las brechas entre los países. La velocidad e incluso la inmediatez de las comunicaciones junto con la creciente intensidad de los flujos migratorios están contribuyendo a disolver las fronteras nacionales, al menos con los rasgos que hasta ahora se les han conocido. Pero paradójicamente las fronteras creadas por la disparidad económica, lejos de suavizarse, en ocasiones se vuelven más ásperas debido al desigual acceso a los recursos mediáticos y tecnológicos.

La gran mayoría de quienes usamos computadora (u ordenador) empleamos el sistema operativo Windows, en cualquiera de sus versiones. Habrá quien vea en la propagación de ese software una demostración de la alienación generalizada respecto de los productos de una misma y poderosa trasnacional. Pero también es posible identificar una apropiación creciente, pero limitada, de una tecnología útil que puede servir para los más variados fines.

En el mundo digital (que no es un universo en sí mismo como a veces sugieren las interpretaciones futuristas sino una colección de espejos de la realidad) se difuminan las fronteras convencionales. En la Internet no hay un centro y por lo tanto, tampoco una periferia. Todos podemos ser el centro, aunque jamás sepamos qué tan lejos están los alrededores. Las fronteras se encuentran no en el mundo virtual sino en el mundo real. La más importante es la ya señalada desigualdad en el acceso a los recursos informáticos, que no es sino expresión de las dificultades para extender la cultura y los medios para aprehenderla entre las grandes mayorías en los países de menor desarrollo.

También, busca que el hombre aprenda a usar de forma “correcta” las nuevas herramientas tecnológicas e implementar los conocimientos de manera beneficiosa y generalizada. Lo que la cultura digital persigue es que sea “adoptada” por todos y que se comprenda que el ser humano hace su propia cultura, es como si fuera una incógnita de las matemáticas esperando ser despejada. Lo más correcto es cambiar la manera de ver a la cultura digital como el límite actual de conocimiento, esta suposición es errónea, ya que no se puede determinar qué sucederá en el futuro y esto es solo el comienzo, podría llamarse como el inicio del “mundo digital”.

Es conveniente especificar la relación de la cultura digital en el ámbito educativo. Desde el surgimiento del digitalismo ha cambiado la forma de ver la educación. Se ha convertido en un proceso

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