TIC Primer Semestre

b) Impacto en la ciudad.

Los óxidos de nitrógeno son uno de los contaminantes atmosféricos más dañinos. Además de ser irritantes, al combinarse con el agua provocan la “lluvia ácida”, que ha destruido la vida acuática en muchos lagos del mundo. Asimismo, dan lugar al “esmog fotoquímico”, esa capa café amarillenta que cubre las ciudades con intenso tránsito vehicular y gran actividad industrial.

La lluvia acida produce muchos daños en los edificios, construcciones, ambiente y quien lo habita debido a que es corrosivo y hace deteriorar a estos de forma más rápida.

Aunque, uno de los motivos de que se produzca la lluvia acida es a causa de centrales eléctricas, fábricas, maquinarias coches "quema” combustibles, hogares, y plantas de energía, y que siempre ha existido un poco de ácido en la lluvia alimentada por volcanes, pantanos y el plancton de los océanos, que son, más que nada, efectos de lo que utilizamos o hacemos en las ciudades, la gente se preocupa por que sabe que es un tema que se debe de controlar o tratar para que no llegue a un punto de gravedad más alto.

Los científicos saben que ha aumentado abruptamente en los últimos 200 años y que La lluvia se vuelve acida principalmente por la presencia de dos elementos químicos: azufre y nitrógeno.

Desde hace ya varios años, en países industrializados, se ha querido disminuir la acidez que producen las fábricas, lo cual se ha logrado, pero no significativamente como se esperaba.

En México, según periódicos, revistas y otras fuentes, las precipitaciones con altas concentraciones de acidez son producidas en Hidalgo, en la refinería de Tula.

El problema es que solo inician ahí, pero las nubes viajan hacia otras ciudades en estados distintos y consigo, llevan las altas concentraciones de acidez, que hacen que llueva en su camino

“El azufre se incorpora en las nubes al pasar por estas regiones y las gotas de agua al caer acá van a ser ácidas”, explicó.

“Por medio de la Red de Depósito Atmosférico del DF (REDDA), las autoridades miden y evalúan la intensidad de dicho fenómeno meteorológico, el cual se recrudece con las emisiones generadas por la combustión de los vehículos en la capital.”

Por desgracia, mantener el control de la acidez en la lluvia, no es solo cuestión de uno, sino de todos. A todos nos afecta pero no todos somos conscientes del daño que hacemos y que pronto nos pasara.

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