Taller de TICs

Titulo del Proyecto

Taller de TICs

Graciela Paula Caldeiro

Marta Acosta

Abstract

El proyecto del Taller de Nuevas Tecnologías tiene por objetivo central introducir el uso de las TICs aplicadas a los contenidos curriculares. Como objetivo adicional, se ha buscado construir un equipo de estudio y formación profesional en el cual los docentes pudieran comprometerse desde un rol activo. La idea clave residió en ligar la idea de capacitación en Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación a la investigación pedagógica.

Esta experiencia se está llevando a cabo desde el 2007 en el nivel medio del Instituto Juan B Justo, una escuela de gestión estatal perteneciente al gobierno de la ciudad de Buenos Aires, dependiente de Enseñanza Superior. Los alumnos destinatarios cursan tercero, cuarto y quinto año del bachillerato común.

El taller fue definido como un espacio extracurricular articulado con los contenidos dictados en otras asignaturas para lo cual se ha montado una plataforma de b-learning a través de la cual se pone en marcha el intercambio pedagógico. Esta plataforma no requiere servidores propios sino que aprovecha los recursos gratuitos de la web 2.0 disponibles en internet. El éxito de la iniciativa nos ha permitido, a partir del segundo año de implementación, extender el uso de las TICs como soporte para otros proyectos institucionales entre los que se destaca especialmente el Modelo Interno de la ONU.

Introducción

La Sociedad de la Información ha dejado de ser una mera construcción teórica para transformarse en una descripción del momento actual. Nos encontramos inmersos en un nuevo paradigma que afecta los diferentes planos sociales, y la educación, en el centro de nuestras preocupaciones, nunca podría quedar afuera. Esto significa que existe una invitación tácita a repensar las formas tradicionales de concebir lo educativo. Los educadores estamos sin dudas, inexorablemente involucrados en las oportunidades y problemáticas que subyacen a esta nueva realidad.

Como tantas veces se ha dicho, muy pocos docentes se han formado profesionalmente en este nuevo marco cultural. Este no es un tema menor y representa un problema relevante: no creemos posible atender las demandas educativas si quienes tienen la responsabilidad de hacerlo permanecen alejados de las estrategias pedagógicas que deberían adecuarse a los nuevos contextos. Ahora bien ¿cuál debería ser el rol de los docentes en este nuevo contexto? Con frecuencia se señala que las Nuevas Tecnologías, mueven al docente del centro de la escena como administrador de la información y gestor del conocimiento, hacia un rol más cercano al de un orientador o un consejero. Si bien intuitivamente coincidimos con algunas de estas afirmaciones, consideramos necesario aproximarnos a la práctica de la enseñanza para observar la real dimensión de estos fenómenos pedagógicos en la realidad empírica.

Nacidos hacia finales de la década del 80, los adolescentes que hoy atraviesan el último tramo de la escuela media, corresponden a los llamados “nativos digitales”, y por ello, mucho más que los adultos, son partícipes naturales de la Sociedad de la Información. Resulta evidente pues, que el nivel medio debería tener un rol destacado en la enseñanza de los procesos de la globalización, en la comprensión del nuevo sistema-mundo, para trabajar así los contenidos desde una perspectiva crítica que se adecue a los parámetros del nuevo contexto.

Pero también es un hecho que, aunque el contexto social y cultural ha cambiado cualitativamente, nuestra sociedad aun considera a la escuela como el espacio fundamental para la transmisión de la cultura. Y es por eso las decisiones e intervenciones pedagógicas de los docentes siguen siendo tan significativos.

Como señala Rodiguez Illera , resulta inconcebible que la educación no incorpore a la cibercultura de un modo profundo. Porque a diferencia de la cultura audiovisual, que nunca fue integrada, o la cultura publicitaria y televisiva que fue ignorada e incluso negada, la cibercultura supone sujetos activos y tiene consecuencias evidentes en la actividad de los individuos, como en la totalidad del entramado social. Las TICs, ubicuas por excelencia, están presentes en todos los escenarios sociales.

La oportunidad que nos ofrecen las TIC no deviene de una aplicación automática de la tecnología por la tecnología misma, sino de una reflexión genuina: ¿Nuestros diseños de actividades en el aula conducen a lo que queremos conseguir de nuestros alumnos? ¿Como construyen el conocimiento los alumnos cuando las TICs aparecen como mediadoras? ¿Es la Red un instrumento adecuado para socializar el conocimiento que se produce en la escuela? Estas y otras tantas preguntas nos llevan a nuevos modelos educativos que habrá que examinar para conocerlos de cerca.

Porque las consecuencias de la falta de reflexión sobre la implementación de las TIC se potencian con la desconfianza de muchos docentes (en algunos casos verdadero rechazo) . Por otra parte, la dificultad para encontrar programas que realmente cumplan con las expectativas de los profesores suele parecer paradójica cuando observamos abrumadora cantidad de información disponible en la Red. Como muchos han señalado ya, la dificultad de nuestro tiempo no es la de acceder a la información, sino el desarrollo de las competencias que nos permiten seleccionarla y ordenada para poder alcanzar el conocimiento.

Antecedentes y definición del espacio del taller

Esta experiencia fue llevada adelante en el nivel medio del Instituto Juan B. Justo, una escuela del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, dependiente de Enseñanza Superior.

Los alumnos destinatarios del proyecto tienen entre 16 y 18 años aproximadamente y pertenecen a familias de clase media en el barrio de Villa del Parque de la ciudad de Buenos Aires. Los grupos involucrados estaban cursando cuarto y quinto año del bachillerato común dentro de un sistema pre-universitario (régimen para promoción: 80% de asistencia por materia, aprobación de trabajos prácticos y examen teórico trimestral)

Nuestros estudiantes tenían experiencias previas en el área de computación dentro de la escuela aunque siempre relativas a la utilización de software básico como procesadores de texto y planillas de cálculo. Estos contenidos nunca habían sido abordados de manera interdisciplinaria y no habían sido concebidos desde el paradigma de las Nuevas Tecnologías de la Comunicación.

El taller fue definido como un espacio extracurricular que se articularía con los contenidos dictados en otras asignaturas. Esto se realizaría a través de una serie de trabajos prácticos propuestos por los profesores a cargo

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