17º Congreso Mundial de D.O.

Estamos a tres meses para la realización del 17º Congreso Mundial de D.O., que se realizará entre el 8 y 11 de Octubre en Marbella, y a medida que pasa el tiempo nos sentimos muy orgullosos de ser anfitriones en Chile de este magno Evento Internacional.

Tenemos un gran desafío con nuestra activa participación durante el evento a través de IODA y ACHEDO, y con posterioridad para posicionar la disciplina del Desarrollo Organizacional en el sitial que le corresponde, en este convulsionado mundo global a inicios del siglo XXI.

Hoy estamos experimentando una de las más espectaculares mutaciones, solo comparable con los grandes cambios de la historia del mundo, por lo cual el gran desafío, especialmente para quienes tienen responsabilidad de estado y de dirección en las organizaciones, es interpretar los signos y señales imperceptibles que emite el entorno y actuar rápidamente. Lo anterior implica repensar estrategias y estilos de gestión en las organizaciones, construyendo una visión de futuro compartida y alcanzable basado fundamentalmente en una nueva concepción del liderazgo.

En esta oportunidad reflexionaremos acerca de un tema de particular importancia en las empresas e instituciones, relacionados con el Liderazgo y el Desarrollo Organizacional, planteando una nueva forma de aproximación para el ejercicio de un Liderazgo renovado, convergente, sinérgico y habilitante de los diferentes procesos de cambio que estamos viviendo en la sociedad y en las organizaciones.

En el mundo de las organizaciones la forma de hacer negocios en el siglo XXI, representa el fin de las fronteras y el fortalecimiento de trabajo en redes; el desarrollo de nuevas formas de asociaciones estratégicas, asociaciones inteligentes, prácticas hoy denominadas conectividad, donde el establecimiento y construcción de redes de interrelaciones personales en la esencia de los negocios, ya que están basadas en la confianza recíproca.

Por consiguiente, hoy se requieren personas que integren equipos de trabajo con flexibilidad, creatividad, responsabilidad, dispuestos a asumir riesgos, aplicando tanto su energía intelectual como energía emocional. Esto implica que la tendencia del liderazgo está cambiando desde transferir conocimientos de una persona a otra, hacia un modelo social: aprendizaje en un contexto de grupo.

A juicio de muchos futuristas “la crisis que vivimos hoy no es de la muerte y el fin; este fenómeno es la crisis del nacimiento”. El nacimiento de un nuevo mundo, de un nuevo orden, de una nueva era. Así surge el nacimiento de una nueva forma de liderazgo, de una nueva forma de relacionarnos, basado en sólidos valores compartidos, actuando en forma consistente entre lo que decimos y lo que hacemos. A esta gran ecuación la denominamos “Autoliderazgo: Una nueva forma de ejercer el liderazgo”.

Figura 1

Figura 2

El autoliderazgo es la esencia valórica para ejercer el liderazgo, asumiendo un compromiso personal con uno mismo y con los demás. Se fundamenta en sólidos valores personales y grupales, desarrollando un conjunto de microcambios dirigidos a mejorar consistentemente, y así construir un gran patrimonio moral, el cual es percibido y legitimado por los demás. De esta manera se acepta la influencia de otras personas, al identificarse con sus valores y la consistencia conductual entre lo que dice y lo que hace, de quien ejerce el autoliderazgo. Esta persona representa un agente de confianza y credibilidad, capaz de influir en sí mismo y luego en los demás, facilitando el desarrollo del potencial y empleabilidad de las personas, alineando la energía emocional e intelectual hacia el cumplimiento de las metas y objetivos personales y organizacionales. Este trascendental proceso tiene aplicación en la vida personal, familiar y organizacional.

Una forma de dar vida al proceso de Autoliderazgo es revisando el ayer y el mañana de cada uno de nosotros, construyendo sobre la base

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