1984

1984

BREVE ENSAYO SOBRE LA OBRA

El control de la sociedad

Mucho se ha dicho y puede decirse acerca del legado este legado literario pero, ¿cuál fue el objetivo de Orwell al darle forma a su obra capital? Cualquiera que haya leído, aún someramente, la trayectoria vital de Eric Arthur Blair, estará consciente de que nuestro autor vituperó con severidad los regímenes político-económicos vigentes en la primera mitad del siglo pasado. Así pues, el sistema político descrito por Orwell está encaminado a enajenar completamente a los ciudadanos, a aniquilar completamente sus libertades, incluida la intelectual, en el marco de sociedad enclaustrada dentro de sé, que se presenta, irónicamente, como la sociedad ideal e incorruptible.

Así pues, únicamente privando al individuo de la realidad que le rodea, se podrá instaurar la voluntad del Ingsoc. El exterior no puede ser sino malo y no puede representar más que peligros para los autómatas ciudadanos. Sólo el (supuesto o no) Big Brother y el Partido Único son capaces de ofrecerles una vida digna, aún cuando han aniquilado en muchos los deseos de vivir. Sin embargo, estas atrocidades no son exclusivas de Oceanía, pues gracias a la labor del “Enemigo del Pueblo”, el más obtuso de los lectores puede deducir que el esquema de sociedad es idéntico en Eurasia y en Asia Oriental. Los niveles de control social mostrados en la obra están definidos mediante guerras (“La guerra es la paz”) y éstas son:

1. La guerra exterior. Es la razón última de ser del Estado, teniendo como antagonistas a los enemigos físicos (las otras potencias) y a un enemigo ideológico (E. Goldstein). Hay que aborrecer visceralmente a estos enemigos, pues sólo de esta forma se puede profesar amor hacia el Big Brother.

2. La guerra interior. Lidiada contra el crimental, busca la participación de los ciudadanos en el propio sistema mediante el cual son reprimidos. Consiste en la iteración de las salvoconductos base del Partido Único y en profesarle amor al Big Brother.

3. La guerra contra la verdad. Dirigida por los medios de comunicación, consiste en un lavado cerebral permanente de los ciudadanos y representa la realidad que el Partido Único desea imponer. Los sucesos acaecidos en Oceanía, a falta de pruebas en su contra, terminan por ser La Verdad. Se trata del nivel más profundo de control en la obra, gracias al cual la represión de la sociedad puede ser posible.

4. La guerra contra las costumbres. Consiste en dar apariencia de virtuosismo a todos los actos cotidianos. Ninguna conducta puede ser considerada errónea, so pena de incurrir en el crimental. Hay que practicar la abstinencia sexual. Hay que acudir a los autos de fe contra los enemigos del Partido Único y del Estado. Hay que gritar en los Dos Minutos de Odio. No hay que dar pie a conductas ambiguas

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