48 LEYES DEL PODER
Enviado por HAPC • 19 de Junio de 2012 • 2.264 Palabras (10 Páginas) • 774 Visitas
48 LEYES DEL PODER
1.- Nunca hacerle sombra al amo
Nos dice que tenemos que hacer un esfuerzo para lograr que la gente que se encuentra arriba de nosotros jerárquicamente tenga esa seguridad de superioridad ante nosotros. No demostrarle del todo la capacidad que tenemos, es mejor hacer que se sientas más brillantes que lo que en realidad son.
2.- No hay que confiar en los amigos y que es mejor aprender como manejar a los enemigos.
Nos habla de la desconfianza que debemos tener hacia los amigos porque son las primeras personas que terminan traicionándonos, y al contrario de los enemigos que ellos mas difícilmente terminaran traicionándonos.
3.- Hay que disimular nuestras intenciones
Nunca hay que demostrar el propósito de nuestras acciones o intereses es mejor demostrarles una incógnita para que no tengamos obstáculos en nuestro camino
4.- Siempre hay que decir menos de lo necesario
No es recomendable andar divulgando de más para impresionar a la gente ya que tendremos menor control y podemos decir cualquier cosa que no tenga nada que ver con lo preguntado.
5.- La mayoría depende de nuestro prestigio prestigio
El prestigio es muy importante ya que se puede llegar a intimidar a la gente, si llegamos a perder el prestigio se puede llegar a perder la fortaleza hacia los demás.
6.- Hay que llamar la atención a cualquier precio
Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado por el olvido. Hay que poner toda su fuerza para destacarnos. Hay que concentrarnos en la atención de los demás, mostrándose más atractivo y más misterioso que la gran masa, tímida y anónima.
7- Hay que logar que otros trabajen por nosotros.
Hay que utilizar la inteligencia, los conocimientos y el trabajo físico de otros para promover el nuestro, esto nos ayudara a ahorrar mucho tiempo y energía, un tiempo a nuestros colaboradores serán olvidados y todos lo recordarán a Nosotros.
8.- Hay que hacer que la gente venga hacia nosotros.
Hay que tener en todo momento el control. Ya que es mejor lograr que su contrincante se acerque hacia nosotros y abandone sus propios planes.
9.- Ganar a través de nuestras acciones y nunca por medio de argumentos
Es mucho más eficaz lograr el triunfo a través de nuestras acciones, sin decir palabra alguna. No hay que dar explicación sino que hay que demostrarlo.
10.- Hay que evitar a los perdedores
Los estados de ánimo son tan contagiosos y peligrosos para nosotros. Aunque sintamos que debemos tenderle la mano a alguien que se está hundiendo, lo único que lograremos con ello será acelerar nuestra propia caída
11.- Hagamos que la gente dependa de nosotros
Para mantener nuestra independencia, es indispensable que los demás nos quieran y necesiten. Cuanto más confíen y dependan de nosotros, Tenemos que hacer que la gente dependa de nosotros para lograr nuestra prosperidad.
12.- Como desarmar a nuestra victima.
Un gesto de franqueza y honestidad hace bajar la guardia aun al individuo más desconfiado
13.- Pedir ayuda.
Si es necesario recurrir a la ayuda de un aliado, no hay que recordarle el apoyo que nosotros le dimo en el pasado o sus buenas acciones. Si, en cambio, al formular su pedido de colaboración, tenemos que mostrar elementos que beneficiarán a la otra persona y hacerle gran hincapié en ellos.
14.- Nos tenemos que mostrar como un amigo pero actuar como espía
Tenemos que aprender a sondear con cuidado a la gente en corteses encuentros sociales. Hay que formular preguntas indirectas para lograr que el otro revele sus intenciones y sus debilidades.
15.- Aplastar completamente al enemigo.
Al enemigo hay que destruirlo por completo para que no se recuperare y busque venganza
16.- Utilizar la ausencia para incrementar el respeto y el honor
En cuanto más nos vean y oigan, tanto menos necesario nos considerarán los demás. Si ya hemos afirmado nuestra posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento temporario hará que hablen más de usted, e incluso que lo admiren. Pero también tenemos que saber o aprender cuándo alejarnos.
17.- Mantengamos el suspenso.
Tenemos el hábito y necesidad insaciable de sentirnos familiarizado con las actitudes de quienes nos rodean. Las actitudes que en apariencia carecen de coherencia o propósito desconcertarán a los demás, que se agotarán tratando de explicarse sus movimientos y acciones
18.- No construir fortalezas para protegernos.
Una fortaleza se presenta como la alternativa más segura. Pero el aislamiento nos expone más, ya que nos aísla de información valiosa y la destaca como un blanco difícil para los demás. Es mucho más seguro circular, mezclarse entre la gente y buscar aliados.
19.- Hay que saber con quien tratamos.
En el mundo hay muchas clases de personas diferentes, y no podemos suponer que todos reaccionarán de la misma manera frente a sus estrategias.
20.- No comprometernos con nadie
No comprometernos con ninguna posición o causa, salvo con la nuestra propia. El hecho de mantener su independencia lo convierte en el amo de los demás.
21.- Mostrarnos más incapaces que nuestras víctimas
Tenemos que hacer sentir más sagaces e inteligentes a nuestras víctimas y, sobre todo, más sagaces que nosotros. Una vez que las haya convencido de esto, nunca sospecharán que tengamos motivaciones ocultas contra ellos.
22.- Transformar la debilidad en poder
Rendirnos nos dará mas tiempo para recuperarnos, tiempo para atormentar e irritar al vencedor, tiempo para esperar a que el poder de éste se diluya. No le dé la satisfacción de luchar y ser vencido por él. Capitule antes de ser derrotado.
23.- Concentrar nuestras fuerzas
Conservar nuestras fuerzas y su energía manteniéndolas concentradas en su punto más fuerte. Cuando busquemos fuentes de poder que puedan promovernos, procuraremos encontrar siempre el patrón clave único,
24.- Desempeñar el papel de cortesano perfecto
Aprender a aplicar las leyes del cortesano, y nuestro no conocerá límites.
25.- Procurar recrearnos permanentemente
Forjar una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra al público.
26.- Mantener las manos limpias
Mantener la apariencia impecable, utilizando a otros como testaferros o pantallas para ocultar, cuando sea necesario, nuestra participación personal en hechos de esta índole.
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