¿A QUÉ PRECIO?

ARTÍCULO DE OPINIÓN - COYE

Juan David Palacios Echevarria (2170595) - Laura Lucia Duque (2170746) - Dahiana Viveros Bermúdez (2170432)

¿A QUÉ PRECIO?

¿Cuánto estarías dispuesto a dar por ser reconocido en cada esquina por la que pases, para que te pidan autógrafos, para que te atiendan como un rey o reina a donde quiera que vayas, que tengan posters sobre ti y ganar mucho dinero? Aun teniendo en cuenta que has de estar cohibido a la hora de tomar decisiones, que tu vida sería asunto público, que tendrías que rendirle cuentas al mundo de lo que haces y que todo lo que digas o hagas será utilizado en tu contra.

¿Será que aquellas personas que son capaces de dejar su vida al desnudo o incluso poner en juego su dignidad, al iniciar su camino a la fama, se plantearan estas preguntas?... No lo creemos, los medios lo demuestran. Día a día, plataformas como Youtube son alimentadas a punta de contenido audiovisual, en su mayoría, material basura. Los propietarios de este material se han dejado tentar del dinero, y este se ha convertido en lo único que los mueve, tanto que llegan a puntos denigrantes, se venden o cometen malas acciones, sólo para que las cifras se disparen, dejando a un lado de sus suscriptores un verdadero cariño y respeto. Si en la miniatura de sus videos no hay un doble sentido u figuras sexualizadas creen que no se harán virales, mero “clickbait” (manera de llamar la atención e incitar a dar “click”), según la comunidad de internet una de sus máximas representantes: “Windy GirkTV”, la reina del clickbait.

Youtubers como ella, lo único que hacen es acaparar la atención bombardeando morbo. La influencia de esta nueva generación de famosos, los youtubers, está siendo más negativa que positiva para la sociedad. Sin embargo, no sólo se trata de exhibir el cuerpo cual damisela pública, también hay otros extremos, extremos que involucran a inocentes. Tal es el caso de “DaddyOfFive”, una pareja de youtubers que se dedicaba a hacerle bromas a sus hijos y que, debido a las denuncias por abuso infantil que les impusieron el pasado mes, tuvieron que eliminar todos sus vídeos. Nos resulta absurda la manera en como exponían a sus hijos, si tanto se suponen que los aman, ¿cuál es la necesidad de humillarlos de tal modo? Bien merecidas tienen estos “padres” las consecuencias: la pérdida de la custodia -temporalmente- de dos de sus hijos.

No dejaríamos a cargo a pequeños inocentes de unos irresponsables que denigran a sus hijos con el afán de satisfacer a su público, cuando se arrepintieron, situaron a sus espectadores en el cuento del ”pastorcito mentiroso” , si tanto los aman se hubieran detenido hace mucho tiempo, pero claro, como les aumentaba el valor numérico en la cuenta del banco y el reconocimiento los llenaba de orgullo siguieron en lo suyo, que bien que la torta se les volteó y ahora sean reconocidos como los irresponsables que son.

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