A Su Santidad Francisco
Enviado por paza12 • 24 de Agosto de 2014 • Síntesis • 1.001 Palabras (5 Páginas) • 199 Visitas
Mendoza, 11 de marzo de 2014
A Su Santidad Francisco
Casa de Santa Marta
Ciudad del Vaticano
Roma, Italia.
Muy amado Francisco:
Soy María Delicia Rearte de Giachino, argentina, de 90 años de edad, viuda de D. Pedro Giachino, (1914-1996), madre de 6 hijos, abuela de 15 nietos, bisabuela de 19 bisnietos. Mujer de aquella clase media que fuera la estirpe de nuestra Patria, que junto a un hombre excelente formaron su familia en los valores cristianos y patrióticos, tradicionales en la Argentina del siglo pasado.
Nuestra felicidad se vio puesta a prueba con la muerte de nuestra tercera hijita Irene en 1948. Sin embargo ese gran dolor que el Señor nos impuso, consolidó aún más nuestro amor y unión. A la muerte de Irene de solo 1 mes a los dos primeros hijos Teresita 1946, Pedro Edgardo 1947, siguieron María 1950, Alejandro 1952 y Luis 1966. Crecieron y cada uno eligió su camino...
Pedro, tuvo desde muy chico una marcadísima vocación por la Armada y es así que con 16 años ingreso a la otrora dignísima ESCUELA NAVAL MILITAR ARGENTINA, de la cual egresó en 1967 como Guardiamarina de Infantería de Marina. Dotado de un físico privilegiado y de un carácter firme, sencillo, humilde en la grandeza y duro en los deberes, realizó todos los cursos que lo llevarían a su autentica vocación: Comando Anfibio. Se casó, tuvo dos hijitas. Esposo, padre e hijo incomparable, amigo y profesional sincero y profundo, soldado impecable, cristiano y patriota, su vida se deslizaba por los distintos destinos con su esposa y sus hijitas en la mayor sencillez, con una alegría contagiosa sin ninguna ostentación ni vanidad. Todas sus vacaciones eran para visitarnos acá, en Mendoza. Vivíamos la felicidad completa...
Pero un 2 de Abril, del que se cumplen 32 años, la muerte nos lo arrebató.
Desde ese día nuestra vida cambió y otra vez, en Su gran Bondad, la Santísima Virgen, que sabe de dolor, nos cobijó con Su manto y nos dio fuerza, unión y amor. Supimos que para él ese habrá sido su mejor destino. Murió por lo que tanto amaba y seguramente descansará junto a aquellos que Dios, en su Gran Sabiduría, eligió para su Gloria.
Su esposa, muy joven, y sus hijas de 8 y 9 años, sufrieron horrorosamente ese inesperado y desconocido sacudón que les tenia deparado el destino, por más que el convivir con un hombre de ese temple, fortalece a quienes lo comparten. Pero fue muy duro y sigue siéndolo para ellas, máxime la incomprensión y la ignorancia en que cayeron la Gesta de Malvinas y sus hombres y que día a día se acentúa en nuestra Patria, desconociendo el sacrificio y el honor de cuantos en ella participamos de una u otra manera.
Lo cierto es, Su Santidad, que el 2 de Abril de 1982 por la sangre de un argentino, el Reino Unido de la Gran Bretaña, fue vencido...
No se derramó una gota de sangre inglesa, un moribundo esgrimiendo una granada activada en su mano, rindió a la "rubia albion"...y el usurpador arrió su pabellón después
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