ACCIÓN DEL HOMBRE EN LOS ECOSISTEMAS

Desde el principio de los tiempos los seres vivos han tenido una interacción de manera directa e indirecta con los ecosistemas que lo rodean, desde la dinámica del polinización que llevan a cabo las abejas que permiten algunas plantas perpetuarse, hasta la construcción de presas por castores, estos son ejemplos claros de alteraciones que tienen los seres vivos con el ecosistema que los rodea. Pero fue hasta la aparición del hombre que comenzaron grandes alteraciones a los ecosistemas de manera intencional y en algunos casos negativas para los ecosistemas. Llevado de la mano con la industria, la alteración de los ecosistemas no fue siempre tan perjudicial como lo vemos hoy día, si no que cuando las exigencias de producción de materiales y explotación de los recursos naturales comenzaron a rebasar sus propias capacidades de regeneración es que comenzó a existir una perjudicarían severa a los ecosistemas.

Cuando comienza este acontecimiento sucedieron diferentes tipos de movimientos de distintas índoles a nivel mundial, uno de ellos fue la mejora de bienes y servicios con los que contamos actualmente, como también ha “mejorado” nuestro estándar de vida y la prolongación de la misma, pero a su vez los distintos ecosistemas que contiene nuestro planeta han sufrido atroces alteraciones que provocan desde el cambio de rutinas de la vida cotidiana de quienes los habitan, hasta la extinción de especies animales vitales para el ciclo alimenticio al que pertenecen.

En este ensayo intentare expresar cuales son los principales efectos y repercusiones que tiene la acción del hombre en los ecosistemas y si esto lo permite arrojar algunas soluciones que propongan distintos países para erradicar los efectos negativos que se estén aconteciendo en nuestra comunidad.

ACCIÓN DEL HOMBRE EN LOS ECOSISTEMAS

DESARROLLO

Todos los seres vivos, ya sean pluricelulares o unicelulares, un elefante o una hormiga viven de la explotación de los ecosistemas, desde el gran elefante africano que necesita de grandes lagos para poder regular su temperatura corporal, o las grandes ballenas azules quienes necesitan de grandes cardúmenes de plantón para alimentarse, hasta los ratones, quienes dependen de materiales que puedan roer para mantener su dentadura fuerte y afilada, el humano no podría ser la excepción, pero todos lo hacemos con una sola intención, la cual es la de asegurar su propia supervivencia y la de su especie. Todos pertenecemos a un ciclo, en el cual la naturaleza nos proporciona los alimentos y los seres vivos le proporcionan los residuos que se generan con nuestra actividad cotidiana.

El hombre consigue la energía que utiliza en su día a día de los derivados que producen combustiones de carbono como son el petróleo y sus tantos derivados, el carbón, gas, energía eléctrica conseguida por un proceso hidráulico, etc. La mayoría de estos son creados gracias al almacenamiento y producción natural que han tenido en sus ecosistemas a lo largo de muchos millones de años.

A pesar de la existencia de muchos trabajos de investigación sobre los ecosistemas, estos ya no pueden ser tan certeros si es que no toman en cuenta la intervención humana. Puesto que el número de individuos que conformamos nuestra especie es muy basto y la interacción y capacidad de alteración que tiene nuestra especie en estos momentos sobre los ecosistemas. En la

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